En una unión de voces preocupadas por el medio ambiente, las organizaciones ANSAR, Amigos de la Tierra Aragón, Ecologistas en Acción Zaragoza y SEO BirdLife han expresado su firme oposición a la continuación de la tramitación municipal del parque eólico Soluciones Tecnológicas de Energías Verdes (STEV), promovido por la empresa Forestalia.

El proyecto, ubicado en las proximidades de la laguna salada de Mediana, término municipal de Zaragoza, ha sido objeto de críticas por su potencial impacto negativo en un área de reconocido valor ecológico.

A través de un comunicado, los grupos ecologistas han subrayado que el parque eólico, compuesto inicialmente por cinco aerogeneradores de 7 MW, se proyecta sobre un hábitat estepario sensible, hogar de especies amenazadas y vulnerables.

Las cifras de siniestralidad de la fauna atribuidas a las instalaciones eólicas en la región sugieren un riesgo significativo de colisión para aves y murciélagos, poniendo en peligro sus poblaciones ya menguantes.

Además, las organizaciones ambientales critican que el proyecto siga adelante a pesar de los informes negativos emitidos por el propio Servicio de Medio Natural del Ayuntamiento de Zaragoza. Los informes destacan la incompatibilidad del parque con el Plan Especial de la Estepa y la ubicación en una zona de máxima sensibilidad ambiental, designada por el Ministerio de Transición Ecológica.

El Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA) informó desfavorablemente sobre el proyecto en dos ocasiones, en 2018 y a principios de 2022, y el Departamento de Industria llegó a rechazarlo en febrero de 2022.

Sin embargo, el Gobierno de Aragón revirtió su posición inicial tras un recurso presentado por Forestalia, resolviendo a favor del proyecto en un plazo de 48 horas, lo que ha sido interpretado por los ecologistas como un «cambio repentino de criterio».

Este contraste entre la rapidez en aceptar la apelación del promotor frente al «sistemático rechazo» de los recursos presentados por las organizaciones ambientales ha sido señalado como un ejemplo de la predisposición del Gobierno de Aragón para favorecer a la empresa Forestalia en detrimento de la conservación ambiental.

El conflicto subraya la tensión existente entre la promoción de las energías renovables y la conservación del patrimonio natural, poniendo de manifiesto la necesidad de un balance cuidadoso entre desarrollo sostenible y protección ecológica.

Las organizaciones ecologistas continúan su labor de vigilancia y denuncia, comprometidas con la defensa del entorno natural y la biodiversidad de la región, y están dispuestas a tomar las medidas necesarias para proteger estos valores ante la expansión de proyectos de energía renovable que consideran insostenibles.