Carles Puigdemont ha planteado un «compromiso histórico» como condición para facilitar la investidura de Pedro Sánchez, destacando que España se encuentra en un «momento especial» con la disyuntiva de llegar a un acuerdo con los independentistas o enfrentar nuevas elecciones.

Puigdemont establece condiciones previas para iniciar las negociaciones, que incluyen el reconocimiento de la legitimidad del independentismo, el abandono de la vía judicial, la amnistía, la mediación y verificación a través de un relator, y el impulso al catalán.

Además, sugiere obtener cesiones concretas y comprobables antes de votar a Sánchez, como se hizo con la negociación de la Mesa del Congreso y el compromiso de proponer la oficialidad del catalán en la UE.

Puigdemont también subraya que el pacto debe ser con Junts, una formación que considera marginada y despreciada por los dos grandes partidos españoles. Insiste en que el 1-O, la declaración unilateral de independencia y las protestas no fueron delitos y plantea la amnistía para cientos de condenas relacionadas con el procés.

Sin embargo, Puigdemont ve la amnistía como el inicio de un proceso que debería conducir a un referéndum de autodeterminación.

El expresidente catalán expuso estas condiciones durante una conferencia en Bruselas, donde participaron líderes de Junts y dirigentes de ERC. La conferencia llega después de que Puigdemont se reuniera con la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, en su calidad de líder de Sumar, para abordar la investidura de Sánchez.

El PSOE se distancia de esa reunión y mantiene su vía de negociación, aunque la propuesta de amnistía ahora está sobre la mesa y no es negociable para Puigdemont, un acuerdo esencial si Pedro Sánchez quiere ser presidente del Gobierno.