Con la llegada del verano, es hora de disfrutar del sol, la playa y las actividades al aire libre. Sin embargo, la exposición excesiva al sol puede tener efectos perjudiciales en nuestra piel, especialmente si eres propenso a quemaduras solares. Para asegurarte de que tu piel se mantenga saludable y radiante durante toda la temporada, existen cuatro consejos esenciales para cuidarla adecuadamente.

PROTÉGETE CON PROTECTOR SOLAR

El protector solar es tu mejor aliado en la lucha contra los daños causados por los rayos ultravioleta (UV). Elige un protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar (FPS) adecuado a tu tipo de piel y actividad. Aplícalo generosamente en todas las áreas expuestas de la piel al menos 15 minutos antes de salir al sol y reaplícalo cada dos horas, especialmente después de nadar o sudar. No olvides cubrir áreas sensibles como orejas, labios y pies.

BUSCA SOMBRAS Y HORARIOS ESTRATÉGICOS

Los rayos del sol son más intensos entre las 10 a.m. y las 4 p.m., por lo que trata de limitar tu exposición durante estas horas. Busca sombras naturales, como árboles o toldos, para reducir la cantidad de luz solar directa que alcanza tu piel. Esto no solo disminuirá el riesgo de quemaduras solares, sino que también te permitirá disfrutar del aire libre de manera más segura y cómoda.

VISTE ROPA PROTECTORA

La ropa puede ser una excelente barrera contra los daños del sol. Opta por prendas de manga larga, pantalones largos y sombreros de ala ancha para proteger tu piel del sol. Existen tejidos especiales con protección solar incorporada que bloquean los rayos UV y mantienen la piel fresca. Estos son especialmente útiles para actividades al aire libre prolongadas.

HIDRATACIÓN CONSTANTE

La exposición al sol puede deshidratar rápidamente la piel y el cuerpo. Bebe agua regularmente para mantener tu piel hidratada desde adentro. Además, el uso de lociones y cremas hidratantes después de tomar el sol puede ayudar a calmar la piel y prevenir la descamación. Opta por productos que contengan ingredientes como aloe vera y vitamina E, conocidos por sus propiedades hidratantes y calmantes.