Hoy termina el juicio por el intento a homicidio en La Muela en agosto de 2020. Cuatro años después parte del clan al que pertenece la víctima se sentaba en el banquillo de la Sala Sexta de la Audiencia Provincial de Zaragoza para hacer frente a penas que suman casi 30 años de prisión.

Entre los acusados, para quien Fiscalía pide cerca de 9 años de prisión por preparar con su nieto un plan para hacer daño a la pareja de su ex, Dolores H. J. Para muchos, la matriarca del clan y mano derecha de su ex pareja, el que fuera el patriarca.

Su separación lo cambio todo. «Según lo relatado en la primera sesión y los hechos probados, ella quería hacerle daño a su ex pareja y mandó atacar a la mujer que estaba a su lado, también conocida dentro de la familia«, cuenta la letrada Marina Ons, que participa en el juicio que se celebra estos días en Zaragoza.

No es la primera vez que esta mujer que en mayo cumplió 72 años, se sienta en un banquillo. En febrero de este mismo año lo hacía junto a su ex yerno para afrontar un delito de tráfico de drogas.

Dos años después del suceso con la pareja de su ex marido volvió a ser arrestada por se vista cuando tiraba 400 gramos de heroína por la ventanilla del coche en el que viajaba junto al ex novio de su hija. Se enfrenta por este delito a cuatro años de prisión solicitador por Fiscalía. En total 13 años por dos delitos cometidos en dos años.

En el intento de homicidio alega que sufría malos tratos. “Me ha pegado mucho. Se fue con esa señora pero venía a casa y rompía cosas. Una vez no le quise abrir y quemó la vivienda con los nietos dentro”. Habla de Ricardo, su ex marido y con el que tuvo once hijos. Dolores no se queda ahí; también lamenta haber involucrado a dos de sus nietos, Ricardo y Epifanio, quienes se enfrentan a 7 años de prisión cada uno.

ABANDONARON AL SICARIO

La Guardia Civil asegura que la mano ejecutora de los hechos, Davíd, atacó a Dolores M.F., que comparte nombre con la presunta cabecilla del grupo de acusados, con la pata de una mesa dándole en la cabeza y en los brazos, ya que intentó protegerse.

Las personas que estaba alrededor, testigos de la agresión, fueron a defender a la víctima y persiguieron al presunto agresor. De hecho, éste había quedado con Dolores, Epifanio, y María Ángeles, otra implicada en los hechos y también vinculada con la familia. Los tres le esperaban en un coche para huir pero al ver que le seguían abandonaron el lugar sin esperarle.

Hoy tendrá lugar la segunda sesión de un juicio en el que los acusados se juegan mucho, especialmente a matriarca, Dolores, que podría sumar más de diez años de prisión si el magistrado considera que era la cabecilla y la que orquestó el ataque. De hecho, hay mensajes en los teléfonos móviles que podrían ser las pruebas clave que expliquen con claridad que llevaban tiempo organizándolo.