«Estamos asombrados; no sabemos cómo se ha podido tomar esa decisión», dicen los vecinos de de calle Dato. De hecho, uno de ellos, en un momento de la entrevista con HOY ARAGÓN, llega a decir que si se reabre el local piensa poner su piso en venta.

«Son muchos años sin dormir y no voy a poder soportar vivir con lo mismo», explica Iván desde el anonimato.

Desde hace más de un mes los vecinos de esta céntrica calle de Zaragoza vivían en vilo a la espera de la decisión del juez. El hecho de autorizar al dueño de la reapertura trae a la memoria casos como el recientemente juzgado de Jorge Villamil.

Hace dos años, el joven moría a las puertas de este local, entonces llamado ‘Dejavu’, tras recibir un puñetazo mortal. El autor del golpe se enfrenta a una pena máxima de cuatro años de prisión.

El consistorio zaragozano ha informado a los vecinos de este calle de la capital que recurrirán la sentencia ya que fue una ordenanza municipal que incumplía el propietario del local lo que acabó por cerrar este conflictivo establecimiento.

Las continuas peleas entre clientes y la constante presencia de la policía acabaron por quitar el sueño a unos vecinos que ya hace 4 años salieron a la calle con pancartas para protestar por la apertura de un local que acumulaba denuncias por reyertas y agresiones y que además incumplía la ordenanza municipal de espacios en su interior.

SIN SABER SI VOLVERÁ A SER UN BAR

Existen, dicen los vecinos, muchas opciones de que este local vuelva a abrir como bar porque parece que tiene licencia, pero hay quien duda de que pueda ser otra cosa.

«Llegamos incluso a pensar en hablar con el propietario para poder alquilárselo y hacer trasteros para la comunidad. Es algo que ahora cobra si cabe más valor», cuenta otro vecino de la calle a este diario digital.

En el caso de que vuelva a abrirse como local están convencidos de que volverán a tener problemas. «Este propietario ya tiene otro bar en Zaragoza que también ha originado muchas disputas entre el vecindario», comentan.