Los bazares, esos locales mágicos que nos proveen de todo lo necesario en un apuro, suelen tener algo en común: la extraña sensación de ser seguido por sus dueños o trabajadores.

Juan Hu, un joven mitad español, mitad chino residente en Málaga, revela el misterio detrás de esta práctica en un video viral de TikTok.

En el video, Juan explica entre risas que incluso siendo él mismo chino, ha experimentado la persecución en los bazares. «Soy chino, no te voy a robar», se queja de manera jocosa. Sin embargo, su curiosidad lo llevó a preguntar a una china sobre esta costumbre intrigante.

La respuesta de la mujer reveló que esta práctica se debe a la costumbre, educación y disposición para ayudar. «Lo hacemos por costumbre, por educación, por si necesitas algo, tenerme justamente en el momento y que me puedas preguntar», cuenta la mujer, resolviendo así las dudas de Juan y posiblemente de muchos otros.

Este descubrimiento ha generado reacciones variadas en las redes sociales, donde usuarios han compartido experiencias similares. Algunos bromean sobre la «educación« china comparándola con la desconfianza española, mientras otros reconocen la utilidad de esta atención inmediata en caso de necesidad.

La persecución en los bazares chinos no es un acto de desconfianza, sino una muestra de hospitalidad y disposición para ayudar. La próxima vez que te persigan entre los pasillos de un bazar, recuerda: no es por sospecha, sino por cortesía.