La citisina, un antiguo conocido en la búsqueda de deshabituación del tabaco, ha vuelto a captar la atención con nuevos hallazgos que destacan su eficacia. Este principio activo, similar a la nicotina y proveniente del laburno, se introdujo en la escena de la II Guerra Mundial cuando los soldados, enfrentándose a la escasez de tabaco, descubrieron que fumar las hojas de este árbol les ayudaba a superar el síndrome de abstinencia.

En 1964, Bulgaria sintetizó la citisina bajo el nombre de Tabex®, marcando el comienzo de su viaje hacia la deshabituación del tabaco.

Con el tiempo, otros países de Europa del Este y Asia se sumaron, comercializando el medicamento bajo nombres como Desmoxan® y Cravv®.

Recientemente, un estudio publicado en Addiction revela que la citisina puede multiplicar por más de dos las probabilidades de éxito en la deshabituación tabáquica en comparación con el placebo.

Al analizar ocho ensayos controlados aleatorizados con cerca de 6,000 pacientes, se demostró que la citisina supera incluso a la terapia de sustitución de nicotina en términos de eficacia.

El Dr. Omar De Santi, autor principal del estudio, destaca: «Nuestro estudio se suma a las pruebas de que la citisina es una ayuda eficaz y barata para dejar de fumar. Podría ser muy útil para reducir el tabaquismo en los países de ingresos bajos y medios, donde se necesitan urgentemente fármacos rentables para dejar de fumar. En todo el mundo, el tabaquismo se considera la principal causa de muerte evitable. La citisina tiene el potencial de ser una de las grandes respuestas a ese problema. Una prometedora perspectiva en la lucha contra esta adicción global.