El radar que ostenta el título del mayor infractor de velocidad en España durante el último año se encuentra en el kilómetro 74,7 de la A-381 en Cádiz. Este dispositivo mostró un asombroso total de 79,258 multas por exceso de velocidad. Manteniéndose activo, sigue siendo una poderosa herramienta para hacer cumplir los límites de velocidad.

Sin embargo, no es el único radar que merece atención en nuestro país. Apenas unos kilómetros más adelante, en el kilómetro 37 de la misma carretera en Cádiz, se ubica otro radar con una destacada efectividad, emitiendo 68.321 multas el año pasado. Estos no son los únicos radares excesivamente activos en España. Los radares ubicados en la autopista AP-7 en Valencia, específicamente en el kilómetro 478, y en Sagunto, Valencia, han establecido récords en cuanto al número de sanciones impuestas. Desde Valencia hasta Málaga, pasando por Navarra, se encuentran ubicados otros dispositivos de control de velocidad que cumplen su función con eficacia y que siguen de cerca a los dos mencionados anteriormente.

A pesar de tener radares eficientes, España cuenta con una cantidad relativamente baja en comparación con otros países. Con aproximadamente 3 cámaras de velocidad por cada 1.000 kilómetros de carretera, es evidente que se necesita una reflexión sobre la necesidad de mejorar la infraestructura de control de velocidad en nuestras vías.

Las estadísticas revelan que durante el último año, la Dirección General de Tráfico (DGT) registró un total de 3.704.675 denuncias por exceso de velocidad. Estas multas representan un importante número de infracciones en las carreteras españolas, que casi llega al 70% de las infracciones y reflejan la necesidad de concienciación y cumplimiento de los límites de velocidad establecidos.

Las comunidades autónomas de España también muestran diferencias en cuanto a la cantidad de multas por radar. Andalucía encabeza la lista, seguida de la Comunidad Valenciana y Castilla y León. La distribución de los radares se realiza estratégicamente en todo el territorio, pero es en las autopistas y autovías donde se imponen la mayoría de las multas por exceso de velocidad. Esto contrasta con las carreteras secundarias, donde se registran la mayoría de los accidentes con víctimas.

La recaudación de multas por parte de la DGT ha alcanzado cifras récord en los últimos años, generando un impacto significativo en el presupuesto del organismo y sus políticas de seguridad vial. En el año 2021, la DGT recaudó un total de 444 millones de euros en concepto de multas por exceso de velocidad, el monto más alto en una década.

Existen diversas opiniones y propuestas en torno al sistema de control de velocidad y las multas de radar. Algunos defienden la necesidad de aumentar la presencia de radares, especialmente en tramos peligrosos, mientras que otros abogan por una mayor inversión en educación vial y desarrollo tecnológico de los radares para mejorar su eficiencia. La seguridad vial en España depende en gran medida de la efectividad de estos dispositivos y de la concienciación de los conductores.