Con la llegada del verano, se incrementan los casos de robos en las playas. Esto sucede en las playas con más demanda de veraneantes. Ya sea Calafell, Peñiscola u Oropesa. Pero donde más sucede, sin duda, es en las grandes playas de la ciudad de Barcelona. Es cada vez más habitual que agentes policiales detecten hurtos al descuido de mochilas y enseres en la playa, como sucedió hace un año en Peñiscola, según notificó la policía local. Al detenido le imputaron cuatro delitos de hurtos.

Por ejemplo, el año pasado 2022 fue el Ayuntamiento de Valencia quien indicó a la Policía Local que aplicará un operativo de prevención y vigilancia en la playa de la Malvarrosa. El objetivo de los delincuentes son las playas más transitadas y donde los veraneantes dejan sus bolsos o enseres sin cuidado en las toallas.

Por esta razón, la Unidad de Playas de la Guardia Urbana distribuirá el ‘kit del hurto’ entre las víctimas de robos. Este kit consiste en una bolsa que contiene una camiseta, unas chanclas, unos pantalones y una tarjeta de transporte público. Estos elementos básicos son proporcionados a aquellos que hayan sufrido un robo y se encuentren sin medios para regresar a sus hogares.

A partir del primer fin de semana de junio, se intensifica la vigilancia en las playas de Barcelona. La Unidad de Playas está compuesta por casi 100 efectivos, incluyendo 11 mandos y 80 agentes. Este refuerzo policial estará activo hasta finales de septiembre, según lo anunciado por el Ayuntamiento de Barcelona.

Albert Batlle, teniente de alcalde en funciones de Seguridad y Prevención, ha explicado que el objetivo principal es prevenir y actuar frente a situaciones que puedan perturbar la seguridad y la convivencia en las playas. Además, ha advertido sobre la previsión de un verano intenso, caluroso y con una gran afluencia de personas en las playas.