El programa ‘La Vida sin Filtros’, presentado por Cristina Tárrega, ha sorprendido a su audiencia con una historia inusual y surrealista. Meirivone, una mujer procedente de Brasil, acudió al programa para compartir detalles de su peculiar familia, formada por un marido y tres hijos, todos ellos muñecos de trapo.

Meirivone contó cómo su relación con el muñeco de trapo, al que llama Marcelo, comenzó durante la pandemia. «Durante la pandemia hacía directos en redes sola, bailando, y ahí surgió la idea de pedirle a mi madre que hiciese un muñeco de trapo. Cuando lo hizo, fue amor a primera vista cuando vi a Marcelo, mucho amor», explicó. La pareja incluso celebró una boda a la que asistieron más de 250 invitados.

LA VIDA DIARIA CON UNA FAMILIA DE TRAPO

Durante el programa, Meirivone describió cómo es su vida cotidiana con su familia de trapo, que incluye a sus hijos Emilia, Marcela y Marcelino. «La relación y el día a día es igual que el de otras familias, a diferencia de que ellos dan más trabajo porque Marcelo es discapacitado, no tiene pies, Marcelino es enano y las niñas también se sospecha de enanismo», comentó con seguridad.

Meirivone enfatizó que Marcelo «es un marido que vale por diez hombres» y que ha construido «una familia unida». Prefiere su compañía a la de un hombre de carne y hueso porque, según ella, Marcelo «acepta todo» lo que ella dice. Antes de esta relación, Meirivone estuvo casada con un hombre con el que tuvo dos hijos, pero terminó la relación porque él no obedecía todas sus órdenes.

El momento más surrealista llegó cuando Meirivone reveló que Marcelo le había sido infiel. Según su relato, la traición ocurrió mientras su hijo de trapo, Marcelino, estaba ‘ingresado’ en el hospital. «Me llamó una amiga y me dijo que vio a Marcelo entrando en un motel con una mujer. Castigué a Marcelo durmiendo tres días en el sofá. Él lo negó, diciendo que era una mentira de mi amiga porque tenía envidia de nosotros, entonces le perdoné porque le amo mucho», explicó, dejando al público boquiabierto.

Cristina Tárrega preguntó sobre una noticia que decía que Meirivone había castrado al muñeco tras las ‘infidelidades’. «No le corté el pene, pero le castigué durante mucho tiempo en el ámbito del amor», confesó Meirivone, tratando de restarle importancia y asegurando que en su relación «hay mucho amor».