En los últimos años, la cadena de hamburgueserías Goiko se ha posicionado como referente para los amantes de las hamburguesas en España. Su equilibrio entre calidad y precio, respaldado por atractivas promociones, ha consolidado la presencia de la franquicia, incluso con opciones para adquirir sus productos en supermercados.

Sin embargo, el éxito también ha traído desafíos para la compañía, como sostuvo Andoni Goicoechea, fundador de Goiko, al expresar que están «viviendo del éxito» pero no van «a morir de él». El crecimiento y la apertura de nuevos locales plantean dificultades para mantener la calidad en todos los productos y restaurantes, como evidencia recientemente una usuaria.

Eva Villa, residente en La Rioja, compartió su experiencia a través de Twitter, exhibiendo fotografías de una hamburguesa con moho y describiendo un trato «prepotente» que recibió el día anterior. Aunque inicialmente no tenía intenciones de hacerlo público, el trato recibido cambió su perspectiva.

En su tuit, acompañado por emoticones de una persona vomitando, Villa mencionó al Ministerio de Sanidad, Facua, OCU y medios locales. Sugiere que, a raíz del trato recibido, se le hizo sentir que la responsabilidad del moho en la hamburguesa recaía en los clientes, generando una reacción en cadena en las redes sociales.

El tuit de Eva Villa ha ganado considerable tracción, con 671.300 reproducciones y más de 5.000 «me gusta». La polémica se extiende más allá de las redes sociales, planteando preguntas sobre los estándares de calidad de Goiko y la gestión de las quejas por parte de la empresa.

Este incidente podría afectar la reputación de la cadena y destaca los desafíos que enfrentan las empresas en expansión para mantener la calidad y satisfacción del cliente.