Ser vecino de Mianos, un pintoresco pueblo aragonés, no es una tarea sencilla. Esta localidad tiene la particularidad de pertenecer tanto a Zaragoza como a Huesca, sumergiendo a sus habitantes en un entramado administrativo único.

Con apenas 28 habitantes, Mianos desafía las convenciones al situarse en dos provincias. Su código postal es zaragozano, mientras que el prefijo telefónico es oscense, añadiendo una complejidad única a su identidad.

Además, este rincón especial es parte de dos diócesis, convirtiéndolo en uno de los lugares más singulares de España.

Los mianenses, acostumbrados a esta dualidad, conviven con la peculiaridad de tener servicios tanto de Zaragoza como de Huesca: «Aquí en Mianos, aunque somos provincia de Zaragoza, tenemos parte de los servicios con Zaragoza y otros con Huesca. Tenemos educación, mantenimiento de carreteras, todo relacionado con la comarca», comparte un residente.

El día a día de los habitantes de Mianos se teje entre los dos mundos provinciales. Realizan sus compras en Jaca, perteneciente a Huesca, a pesar de tener el código postal zaragozano. Incluso el prefijo telefónico es navarro, sumándose a la Archidiócesis de Pamplona. Incluso para consultas médicas, se desplazan a Navarra.

Esta peculiar circunstancia, sin embargo, no ha logrado dividir a la comunidad. En Mianos, a veces son zaragozanos, otras oscenses, y algunos días casi navarros, pero siempre son mianenses, orgullosos de su singularidad en el mapa español.