La provincia de Teruel, joya desconocida de Aragón, se revela como un destino imperdible con sus paisajes, gastronomía y la distinción de albergar el mayor número de pueblos hermosos de España. Aragón tiene el pueblo más elevado de todo el país, enmarcado por espectaculares montañas y escasos habitantes que realzan su atractivo natural y patrimonial.

LA IGLESUELA DEL CID

Ubicado a 1,227 metros sobre el nivel del mar, La Iglesuela del Cid se erige como un tesoro del Maestrazgo. Su casco urbano, declarado Conjunto Histórico Artístico, cautiva con construcciones de piedra seca, destacando la Torre de los Nublos del siglo XIII y el Portal de San Pablo, única puerta remanente de la antigua muralla.

Este pequeño pueblo de 382 habitantes, testigo de una época dorada, exhibe arquitectura civil y religiosa en cada rincón. El Palacio Matutano-Daudén, Monumento Nacional del siglo XVIII, se convierte en un hotel que transporta en el tiempo con 35 habitaciones.

ALREDEDORES Y NATURALEZA

La Iglesuela del Cid se enorgullece de su entorno, albergando el Santuario de Nuestra Señora del Cid y formando parte del Parque Cultural del Maestrazgo. La región combina geología impresionante, yacimientos arqueológicos y senderos señalizados que invitan a los amantes de la naturaleza a explorar su belleza única.

GASTRONOMÍA Y CÓMO LLEGAR

Para degustar la culinaria local, el Restaurante Torre de los Nublos ofrece menús degustación y platos con productos de temporada. Llegar a este enclave turolense es fácil: desde Teruel, toma la A-226 en un trayecto de hora y media, o desde Zaragoza, la N-232 en un viaje de dos horas y 40 minutos.

Descubre la magia de La Iglesuela del Cid, un pedazo de Teruel que espera ser explorado, con su historia grabada en piedra.