La emblemática calle Alfonso I de Zaragoza está experimentando una notable transformación, con la gradual desaparición de los tradicionales comercios locales en favor de reconocidas marcas internacionales de moda y restauración.

En los últimos meses, la ciudad ha sido sido testigo de una destacada revitalización de esta arteria, especialmente con la llegada de turistas, principalmente nacionales, que representan el 85% de los visitantes a la capital aragonesa.

Varias tiendas locales han optado por establecerse en la calle Alfonso I, mientras que cadenas internacionales también están poniendo la vista en esta calle tan céntrica. Sin embargo, en los últimos días ha surgido otra gran incorporación, esta vez en el ámbito de la restauración, con la inminente apertura de un local que llevaba siete años sin uso.

Este local será ocupado por la multinacional de la restauración con más de medio siglo de trayectoria: la cadena Popeyes, conocida por su especialidad en pollo frito. Anteriormente, el establecimiento albergaba una taberna irlandesa que ofrecía cerveza, tostas y aperitivos; pero que llevaba años cerrado como local.

Popeyes, que ya cuenta con un restaurante en Plaza Imperial y otro en Los Enlaces, está llevando a cabo una rápida expansión en Zaragoza, siendo este su cuarto establecimiento a lo largo del río Ebro. Además, la marca tiene planes de abrir hasta 50 nuevos locales en España durante el año 2024, como parte de su ambicioso plan de crecimiento a nivel nacional.

Popeyes forma parte de Restaurant Brands International, una sociedad matriz que también controla otras reconocidas marcas como Burger King o Tim Hortons en la península Ibérica, desde su sede en Toronto. En España, Popeyes está siendo capitaneada por Ignacio Sedano con múltiples aperturas cada año.