Madrid, Barcelona, Sevilla, Marrakech, Lisboa, París, Roma… En nuestras escapadas a cualquier capital , visitar los rooftop es un clásico para conocer la ciudad desde las alturas, mientras tomamos algo de picar o disfrutamos de un cóctel, o de una rica cena.

Normalmente, estos espacios abiertos ideales para disfrutar de las noches de verano mientras disfrutamos de la Giralda de Sevilla, o del skyline de la ciudad de turno, suelen estar en la última planta de los hoteles, o incluso de muchos grandes almacenes, tal y como sucede con varios centros de El Corte Inglés en Madrid o con las galerías Lafayette en Toulouse.

En el caso de Zaragoza, no es que podamos presumir precisamente de tener demasiadas azoteas a las que puedan acudir zaragozanos y visitantes para disfrutar de las vistas. Pero haberlas, haylas, ya que que en los últimos años han abierto varios rooftop por el centro de la ciudad.

Terrazas Zaragoza
Una de las mejores azoteas de Zaragoza y con vistas al Pilar / Los Girasoles

Aún así, choca mucho que en la capital aragonesa no haya más terrazas disponibles para que zaragozanos y visitantes puedan disfrutar de la ciudad desde las alturas. Las causas para que en Zaragoza el concepto rooftop no esté tan extendido como en otras ciudades son variadas. Desde el clima extremo de la ciudad, que hace que la rentabilidad de estas zonas de exterior no sea tan elevada, a la falta de tradición. Tampoco debemos olvidar que la capital aragonesa no recibe tantos visitantes como otras capitales más turísticas y que han adaptado con el tiempo su oferta a la demanda y necesidades de los turistas.

Yolanda Gil, experta en marketing gastronómico y de ocio, corrobora estas ideas. Para Gil, «Zaragoza ha desarrollado mucho su hostelería y su oferta de ocio en los últimos años, pero no podemos exigirle el mismo ritmo que a otras ciudades. Hay que recordar que Madrid ha desarrollado, en exceso, muchos rooftops en los últimos años, es una actividad muy reciente. Eso invita a pensar que esta tendencia se extenderá en Zaragoza más tarde o más temprano».

En otras ciudades del mundo es habitual ver azoteas reconvertidas en restaurantes o bares / HOY ARAGÓN

Aún así, insiste esta experta que «el poco desarrollo tiene que ver con la climatología; el calor del verano, o el viento habitual en Zaragoza, son condicionantes disuasorios para la iniciativa empresarial». «Ese tipo de terrazas deberían tener una idiosincrasia particular, con un formato muy resguardado, para poder disfrutarla. De hecho cuando llega el verano, el tiempo es tan tórrido, que salvo el amanecer o el atardecer, no es rentable hacer locales de ocio en azoteas. Aún así, hay espacios que se van abriendo paso, como el Lateral o el hotel Avenida«, concluye.

Redundando en las cuestiones por las que en Zaragoza no está demasiado extendido este concepto, Yolanda Gil también señala que «las terrazas en azoteas vienen de la mano de hoteles, y aunque se van rompiendo tabúes, Zaragoza no es una ciudad de consumo interno de hoteles. A mucha gente le cuesta ir a cenar a un hotel, así que imagina subir a una terraza». Pese a estos condicionantes, la experta en marketing gastronómica está convencida de que «en unos años habrá fórmulas y veremos florecer este concepto de negocio, además de las que ya han abierto».

LOS ROOFTOP ZARAGOZANOS

Lateral Zaragoza
La terraza del Innside Meliá se han convertido en un referente / Lateral

Entre los rooftop que hay abiertos en la ciudad, tres están situados prácticamente al lado. Y todos ellos tienen vistas al Pilar. Los Girasoles, Lateral Zaragoza y el Hotel Avenida. El cuarto, la azotea del Pablo Serrano, tampoco está muy alejado del núcleo duro de las azoteas zaragozanas. Esta última terraza esta operado por el restaurante Quema, pero solo es posible cenar en la última planta del museo un par de días a la semana en verano.

El Lateral es sin duda una la azotea más concurridas de la ciudad. Está situada en la última planta del hotel Innside Meliá, y además de contar con una zona de piscina para los huéspedes, tiene una zona con visitas donde se puede comer, cenar o tomar una copa mientras se disfruta de un Dj. Por estética y servicio, es lo más parecido que tenemos en Zaragoza a los roofptop que podemos encontrar en cualquier ciudad turística.

Javier, del restaurante Lateral, explica a HOY ARAGÓN que «en Zaragoza el clima es complicado, porque hay que contrarrestar los efectos del calor, el frío, el cierzo… En verano hay que poner toldos, en invierno estufas… Siempre pensando en el confort y en que los clientes estén a gusto». Aún así, desde Lateral están contentos con la respuesta del público zaragozano, especialmente, en las noches de julio y agosto, momento en el que las temperaturas dan un respiro y la terraza se llena de zaragozanos y visitantes que buscan disfrutar de un momento de relax con vistas al Pilar y a los tejados de la ciudad.

Muy próximo al Meliá se encuentra también el Lounge Van Gogh, situado en la azotea del aparthotel Los Girasoles. Allí, con vistas a las torres y cúpulas del Pilar y elementos como el icónico reloj del edificio del Banco Santander del Coso, se puede desayunar, cenar, o tomarse unas copas para disfrutar del tardeo.

Un poco más abajo, junto al Mercado Central, el Hotel Avenida inauguró hace unos meses su terraza, Ático 55. Un espacio que sigue el estilo decorativo del resto del hotel, y que de momento, solo abre para eventos particulares. No obstante, próximamente está prevista su apertura para el público general. El director de este hotel boutique slow, Ignacio Nieto cree que en parte la falta de espacios en azoteas es porque la mayor parte del público zaragozano no lo pide en este momento, «es algo que no esperas en Zaragoza, y por lo tanto, no se demanda».

Sobre los motivos por los que en Zaragoza no está demasiado extendido este concepto hostelero, Nieto señala que «el tiempo puede influir, pero todo depende de cómo acondiciones el espacio. En nuestro caso, además de la zona exterior, tenemos la zona interior anexa perfectamente acondicionada por si llueve. En ese caso, las puertas están abiertas para poder disfrutar de las vistas mientras los clientes ven caer la lluvia».

El director del Avenida también cree que a la hora a abrir este tipo de negocios, podría haber un problema por la propia estructura de los edificios de la ciudad. «En Zaragoza los hoteles no se construyeron pensando en hacer restaurantes o bares en las azoteas, y crear una zona así, implica hacer una obra importante, y perder cierta capacidad de alojamiento en muchos casos».

Sea como fuere, lo cierto que es que la ciudad tiene cada vez más rooftop abiertos, siendo una tendencia que ganará espacio a medio plazo con nuevos proyectos que nos permitirán disfrutar de las alturas y de las vistas de la ciudad.