Enclavado en la apacible comarca de Campo de Daroca, Aguallueve de Anento se erige como una maravilla natural que desafía las estaciones. Este microclima, forjado con el paso del tiempo, se convierte en un escenario único donde la naturaleza muestra su esplendor de maneras sorprendentes.

AGUALLUEVE DE ANENTO

Este manantial, protagonizado por delicadas gotas de agua, crea un alivio espectacular que se transforma con las estaciones. Ya sea en el resplandor del verano o bajo el manto helado del invierno, Aguallueve de Anento ofrece un espectáculo inefable. A pesar de su belleza, es esencial recordar que el baño está prohibido.

Acompañando a este tesoro natural, pequeñas grutas escondidas en su interior dan paso a un valle rebosante de vida. Senderos serpentean por este entorno, permitiendo a los visitantes perderse entre la exuberante fauna y flora que lo habita.

¿CÓMO SE HA FORMADO?

Aguallueve de Anento es una formación caliza donde múltiples manantiales, emergentes de los acuíferos, esculpen un relieve kársico espectacular.

Este fenómeno se gesta a través de la interacción del agua, cargada de ventas cálcicas en disolución, con la atmósfera, dando origen a una roca única conocida como toba.

A pesar de ser una de las joyas naturales de Aragón, Aguallueve de Anento a menudo pasa desapercibido. Invitamos a redescubrir y valorar esta maravilla, que cautiva con su belleza cambiante y ofrece un rincón de serenidad en medio de la agitación cotidiana.