La calima de estos días es un fenómeno de polvo mineral en suspensión que se da, principalmente en Canarias, aunque también ha llegado a la península estos últimos días. El año pasado ya ocurrió en el mes de febrero, tanto en Pirineo como en las principales ciudades de la comunidad, con menor intensidad. En los centros urbanos, se podía apreciar una capa de polvo sobre los coches estacionados. Esta vez, su impacto en Zaragoza está siendo mínimo. El polvo en suspensión, combinado con las precipitaciones, podría dar lugar a una «lluvia de barro», como la define, y es una posibilidad real en los próximos días. Los lugares donde se prevé son el Pirineo, las cotas altas de Teruel y hay probabilidad de que también en la ciudad de Zaragoza con un impacto mínimo.

En este sentido, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) anuncia para este jueves cielo cubierto con precipitaciones que pueden ir acompañadas de barro, más intensas en el norte de Teruel donde pueden ser localmente fuertes y persistentes y de nieve bajando de 2000 a 1600-1800 metros y probabilidad de reducción de la visibilidad en zonas altas por polvo en suspensión. Las temperaturas mínimas experimentarán un ligero ascenso y las máximas en descenso. El viento soplará de flojo a moderado del norte y noroeste. Por capitales de provincia las temperaturas oscilarán entre los 9 grados de mínima y 16 de máxima de Huesca, los 6 y 13 grados de Teruel y los 9 y 16 de Zaragoza.

La cuenca mediterránea es una de las áreas más afectadas por este fenómeno, producido por la coincidencia de lluvias y nubes de polvo sahariano. Según los datos de la AEMET, al menos 14 días al año se produce este fenómeno en la isla de Menorca

 

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