Ecologistas en Acción ha criticado la dependencia de la mayoría de los proyectos de energías renovables en Aragón de grandes líneas de transporte de electricidad promovidas por empresas privadas hacia Cataluña, Comunidad Valenciana y País Vasco. Esta situación, según la organización, implica «una privatización de facto» de las líneas de transporte que, de acuerdo con la ley, deberían ser de propiedad pública.

Además, han expresado su descontento con el hecho de que las líneas de transporte privado de electricidad «alejan» a las energías renovables de la sostenibilidad y se tramitan con «absoluta falta de transparencia y rigurosidad».

Ecologistas en Acción ha señalado la falta de transparencia en la tramitación de estos proyectos. A pesar de los esfuerzos de la organización por mantener actualizado el Visor de Energías Renovables de Aragón, resulta difícil obtener una imagen precisa de la situación debido a la falta de acceso a información organizada.

La Dirección General de Energía y Minas, en respuesta a una solicitud de información, ha indicado que «no dispone de información geográfica del conjunto de las líneas y subestaciones que se están tramitando».

Ante esta falta de información, la organización ecologista cuestiona cómo la administración puede evaluar los proyectos. Además, señalan complicaciones en las evaluaciones debido a la tramitación de proyectos por parte de la administración estatal y autonómica, el seccionamiento de tramos eléctricos y su inclusión «aleatoria» en la tramitación de diferentes expedientes, modificaciones de proyectos durante la tramitación sin exposición pública, entre otras preocupaciones.

Por otro lado, se pone de manifiesto el «claro carácter» de la industria de exportación de energía al cual se está sometiendo al territorio de Aragón. La energía no se consumirá de forma local, sino que servirá para alimentar u sostener la reforma del mercado eléctrico europeo, el cual está facilitando el despliegue masivo de renovables en algunas zonas «poco pobladas».

Durante el transporte de la electricidad se producen pérdidas, las cuales serán mayores a mayor distancia y menor tensión. Por ello el transporte se realiza a muy altas tensiones, suponiendo la instalación de enormes infraestructuras, entre las que destacan las gigantes torres y cables eléctricos que «colonizan y fragmentan» el territorio, con «graves impactos» sobre la biodiversidad, especialmente por la colisión de aves, han recordado.

Aragón y la España vaciada se están convirtiendo en áreas de exportación, «asumiendo enormes costes ambientales y sociales, para el beneficio de grandes empresas y para que la sociedad pueda seguir consumiendo desenfrenadamente«. Un modelo que, tal vez, consiga frenar la producción de gases de efecto invernadero, pero que desde luego «se aleja mucho de la sostenibilidad».