Si has paseado por las calles de Zaragoza en las últimas semanas, es más que probable que te hayas encontrado con grupos de jóvenes entusiastas y enérgicos que te han abordado para hablarte sobre organizaciones sin fines de lucro, también conocidas como ONGs. Esta situación, que puede resultar abrumadora para algunos, es cada vez más común en las áreas concurridas de la ciudad. Hasta el punto de que si transitas habitualmente Paseo Independencia, calle Alfonso o zonas más concurridas como Plaza Aragón o Paseo Sagasta puedes ser preguntado en hasta dos o tres veces en pocas horas.

Estos jóvenes voluntarios suelen pertenecer a diferentes ONGs y están comprometidos en dar a conocer sus causas y captar apoyo para sus proyectos con folletos informativos y una actitud entusiasta, se acercan a los transeúntes para explicarles los objetivos y las actividades de la organización a la que representan. Desde el inicio te preguntan casi al cortarte el paso y siempre con un actitud sonriente.

Su objetivo obtener donaciones o colaboraciones para apoyar las iniciativas solidarias en las que trabajan; y por ello cobran una comisión por cada una de las ‘ventas’ o captaciones de fondos. Su empleo depende la presión que tienen que hacer en la calle para cumplir objetivos y así ganar un sueldo. Suele ser habitual encontrarte a jóvenes que trabajan para Aldeas Infantiles, ACNUR o Cruz Roja.

O incluso son agencias privadas que no dependen de estas ONGs y están contratadas para captar fondos, por lo que los ‘captadores’ tienen una exigencia añadida para lograr los objetivos que tienen. De esta forma ellos pueden lograr un sueldo extra para sus gastos personales aunque solo cobran en función de los asociados que consiguen. El sueldo suele ser de unos 900 euros por 5 horas diarias.

Sin embargo, para muchas personas, esta situación puede resultar abrumadora o incómoda. El hecho de ser abordado en plena calle, en medio del bullicio y con el tiempo limitado, puede generar cierta resistencia o incluso rechazo a participar en la conversación. Algunos pueden sentir que su privacidad se ve invadida o simplemente no estar interesados en involucrarse en ese momento.

*Nota del editor: Este artículo fue editado tras publicarse para prescindir de alguna palabra usada para adjetivar la forma de trabajar de los ‘captadores’. Ha sido suprimida porque no se correspondía con el enfoque y asunto del artículo.