Uno de los barrios más conflictivos del Casco Histórico de zaragoza empieza a ver la luz tras años de sombras que ennegrecían el futuro de los vecinos de la zona de Zamoray – Pignatelli.

Tras la aprobación en 2021 del Plan Especial elaborado por el Ayuntamiento de Zaragoza se han llevado a cabo una serie de acciones concretas que están logrando revitalizar un barrio que estaba abandonado por las instituciones. Los pilares principales en los que se basa este proyecto de reforma son la vivienda, equipamientos y obra pública.

Las primeras acciones se materializaron siete meses después de que se estableciera el Plan Especial Zamoray – Pignatelli, con la adquisición por parte del Ayuntamiento de 13 fincas que se encontraban abandonadas o, en los peores casos, okupadas.

El barrio Zamoray-Pignatelli contaba con muchas parcelas que se encontraban en esta situación, por lo que la adquisición de suelo y vivienda era una de las acciones de carácter preferente en el marco de la reforma del barrio para ampliar el patrimonio municipal y poder acometer acciones legales para desalojo de personas conflictivas y okupaciones ilegales.

Hasta ahora, el Ayuntamiento ha destinado alrededor de 8 millones de euros en los últimos dos años a la compraventa, expropiación y planeamiento de solares, edificios y viviendas para revitalizar el parque residencial de la zona.

Otra de las problemáticas que enfrentaba el barrio del Casco Histórico, era la delincuencia, que quería paliarse gracias a la mejora de la iluminación de las calles, la instalación de más cámaras de seguridad y el aumento de la presencia de patrullas de los cuerpos policiales para intentar minimizar un problema que genera inseguridad en los vecinos.

Este mes de septiembre se inauguró otro de los grandes proyectos que ha hecho posible Urbanismo; la Residencia de Pontoneros, un espacio que acogerá a casi 400 estudiantes de la Universidad de Zaragoza consiguiendo revitalizar la zona y otorgarle nuevos servicios que presta la residencia como aparcabicis, cafetería, salas de estudio, salas de conferencias y multiusos, talleres de idiomas y cultura, biblioteca o coworking.

Enfrente de la residencia aún se están acometiendo las obras para crear un nuevo espacio libre polivalente para eventos, teatros y conciertos que será también para uso y disfrute municipal de todos los vecinos del Casco Histórico. Supondrá la apertura de un graderío natural al aire libre que se integrará en la plaza de José María Forqué y acercará la cultura y el ocio a los vecinos.