Sevilla y su catedral tienen una relación antigua y estrecha con la Virgen del Pilar de Zaragoza que se remonta al siglo XIII. En esa época, caballeros aragoneses de la orden de San Jorge fundaron la primera capilla dedicada a la patrona de Zaragoza y de la Hispanidad en la entonces mezquita almohade de Sevilla, en cuyo lugar se construyó posteriormente la catedral sevillana.

En el marco de las celebraciones de las Fiestas del Pilar de Zaragoza, los perfiles oficiales de la catedral de Sevilla han compartido un vídeo que detalla esta histórica relación entre la capital andaluza y la Virgen del Pilar.

El vídeo explica que la presencia de aragoneses en Sevilla data de 1248, cuando el rey Fernando III el Santo conquistó la ciudad a los musulmanes con la colaboración de estos caballeros de la orden de San Jorge, que es el patrón de Aragón.

Algunos de estos caballeros decidieron establecerse en la ciudad, y se les atribuye el nombre del castillo de San Jorge, en Triana, así como la mencionada primera capilla en la mezquita, que más tarde se convirtió en catedral cristiana.

En el nuevo edificio, según se explica en el vídeo, se continuó con esta tradición y se construyó una nueva capilla en honor a la Virgen del Pilar, ubicada en la cabecera de la catedral, junto al acceso a la Giralda.

El retablo de esta capilla alberga una representación de la Virgen del Pilar, esculpida en terracota por Pedro Millán en el año 1500, con un estilo gótico-naturalista. En la obra, María sostiene al Niño Jesús sobre el característico pilar, aunque la imagen es considerablemente más grande que la que se encuentra en la basílica del Pilar de Zaragoza.

El vídeo también menciona que, aunque la imagen de la catedral de Sevilla es la más antigua, no es la única en la ciudad, ya que existen otras representaciones de la Virgen del Pilar en la iglesia de San Pedro y en la del Santo Ángel.

Además, se destaca que la Virgen del Pilar también participa en las procesiones de la Semana Santa sevillana, encabezando varios pasos, como el de la Virgen de la Salud, el de la Virgen de las Aguas e incluso el de la Esperanza Macarena.

Se sugiere que posiblemente San Pío, el primer obispo legendario de Sevilla, fue quien introdujo en el sur de España la devoción a la Virgen del Pilar. Según la leyenda, el 2 de enero del año 40, la Virgen se apareció en Zaragoza a Santiago para entregarle una columna como símbolo de fortaleza, y en ese momento, un sevillano estaba presente junto a él.