El Departamento de Economía, Planificación y Empleo ha publicado el Boletín Trimestral de Coyuntura número 81 que incluye el análisis de la evolución de la economía internacional, española y, especialmente, aragonesa durante el primer trimestre de 2023. Además, la habitual Instantánea Sectorial que acompaña al boletín profundiza en esta ocasión en las ‘Relaciones comerciales de España y Aragón con Rusia y Ucrania en 2022’.

Aunque la economía global sigue mostrando un comportamiento frágil, durante la primera mitad de 2023 el ritmo de actividad ha sorprendido de manera positiva. El desempeño ha sido mejor de lo esperado, gracias a una moderación de los precios de las materias primas, que se han situado por debajo de lo esperado, así como debido a la fortaleza mostrada por los mercados de trabajo. La confianza de consumidores y empresas se recupera, y la reapertura completa de la economía china ha sido más temprana de lo anticipado, aunque también menos dinámica de lo previsto.

El descenso de precios de la energía permite la desaceleración de las tasas de inflación general y suaviza las restricciones de los presupuestos familiares, pero al mismo tiempo la inflación subyacente permanece elevada y los mayores tipos de interés han empezado a afectar a los mercados financieros y de la vivienda. Las turbulencias surgidas en marzo en determinadas entidades financieras de Estados Unidos y Europa, parecían disiparse en los meses siguientes.

Todo ello ha permitido mejorar las perspectivas a corto plazo, con los principales organismos e instituciones internacionales revisando más bien al alza sus previsiones de crecimiento para el conjunto de 2023. Ahora bien, los factores que deterioran las expectativas a medio plazo continúan presentes, con un balance de riesgos que permanece claramente inclinado a la baja.

De acuerdo con las estimaciones del Instituto Aragonés de Estadística (IAEST) sobre los datos de la Contabilidad Nacional Trimestral de España (CNTR), en el primer trimestre de 2023 el PIB de Aragón anotó un avance de nueve décimas porcentuales respecto al trimestre precedente. Este incremento trimestral se sitúa tres décimas porcentuales por encima de la variación experimentada por el conjunto de España (0,6%), y es superior en diez décimas al registro alcanzado por la media de la zona euro (-0,1%).

En términos anuales, se registró un crecimiento de la producción regional del 4,2% en el primer cuarto de 2023. Esta tasa de crecimiento interanual es idéntica a la registrada para el conjunto de España y se sitúa tres puntos y dos décimas porcentuales por encima del promedio de la UEM (1,0% anual).

La composición del crecimiento desde la óptica de la demanda interna se explica por la aportación positiva de la demanda interna, ya que la demanda externa habría contribuido de forma negativa al incremento del PIB regional durante el primer trimestre del año, debido al dinámico comportamiento de las importaciones aragonesas.

Desde el punto de vista de la oferta todos los sectores productivos registraron una evolución positiva en Aragón durante el primer trimestre del año. El mayor crecimiento correspondía a la industria manufacturera seguido del sector servicios.

AUMENTA EL EMPLEO

En cuanto al mercado de trabajo aragonés, la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre de 2023 mostraba un comportamiento muy positivo, con aumentos interanuales de la población activa y el empleo, acompañados de una disminución del desempleo. Así la tasa de paro se situaba en el 8,9% de la población activa aragonesa, tasa inferior en 4,4 puntos porcentuales a la obtenida en el período por la media nacional (13,3%).

La evolución de los indicadores parciales de actividad disponibles para el segundo trimestre de 2023 sugiere una cierta moderación de la actividad en la economía aragonesa, al igual que se espera para el conjunto de la economía nacional, resistiendo, no obstante, al adverso contexto económico internacional.

Respecto al balance de riesgos en torno a las proyecciones de crecimiento de la economía aragonesa, éste sigue condicionado, al igual que a nivel nacional, por la evolución de mismas fuentes de incertidumbre señaladas en los últimos trimestres: la guerra de Ucrania, la evolución de la inflación y el impacto del endurecimiento de la política monetaria.