Durante el debate de investidura del líder del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, la portavoz de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras, ha lanzado un mensaje claro y contundente al Partido Socialista Obrero Español (PSOE): su partido no busca «un parche» temporal para los problemas que enfrenta Cataluña, sino un «acuerdo histórico».
A lo largo de su intervención, Nogueras ha criticado la constante referencia de Feijóo al expresidente catalán Carles Puigdemont, argumentando que no debería ser el centro de discusión. «Nuestro voto es no», afirmó rotundamente al dirigirse a Feijóo.
Aunque sin nombrar directamente al PSOE, la portavoz se refirió a las soluciones temporales que se buscan para cerrar el paso a la derecha, sosteniendo que cualquier entendimiento deberá ser un «compromiso histórico». Resaltó problemas persistentes en Cataluña, como la falta de ejecución de los presupuestos del Estado y las deficiencias en el servicio de trenes de Rodalies.
En un tono firme, Nogueras reafirmó la posición de Junts sobre la autodeterminación de Cataluña. «El pueblo catalán tiene el derecho a concretar de manera democrática la decisión tomada en el referéndum del 1 de octubre de 2017″, declaró. Además, insistió en que no existen barreras constitucionales para realizar un referéndum de independencia, sino que lo que falta es «voluntad política».
Nogueras también resaltó el impacto significativo que Junts ha tenido en la política española, subrayando que «desde que Junts está en la ecuación, nada ha vuelto a ser igual». En este sentido, advirtió que el destino de Cataluña no será decidido por figuras políticas tradicionales como Aznar, Ayuso, Felipe González y Guerra.
Concluyó con un rechazo categórico a la investidura y a figuras históricas de la política española: «No es solo un no a Feijóo, es un no a todos los que buscan mantener el status quo».
Con estas palabras, Junts dibuja una vez más la línea que divide su visión de un futuro autodeterminado para Cataluña y el panorama político español actual. La demanda de un «acuerdo histórico» y no meras soluciones temporales reafirma su posición de no conformarse con menos.