Varios cientos de personas salieron a las calles de San Sebastián este domingo para demandar una reducción del turismo en la ciudad y una mejora en las condiciones de vida de sus habitantes.

La manifestación, convocada por la plataforma Bizilagunekin y respaldada por más de treinta entidades, pone de manifiesto la creciente preocupación de los residentes locales por el impacto del turismo en su ciudad.

Los manifestantes partieron poco después del mediodía desde los jardines de Alderdi Eder, justo enfrente del Ayuntamiento. Llevaban pancartas con mensajes como «Donostia hacia el decrecimiento turístico» y «el derecho a la vivienda«. También hubo protestas contra la construcción propuesta del Basque Culinary Center en Gros.

A la marcha se unieron importantes sindicatos como ELA, LAB, CCOO, Steilas y ESK, además de grupos ecologistas y organizaciones políticas. A medida que se movían por las calles de la Parte Vieja, los manifestantes coreaban consignas como «menos turismo, más viviendas» y «Donostia no está en venta».

Al final de la marcha, en las terrazas del Kursaal, se leyó un comunicado en el que se presentaron sus demandas. Asier Basurto, miembro de Bizilagunekin, se dirigió a los medios de comunicación para subrayar que el problema del turismo va más allá de la simple presencia de visitantes en las calles. Criticó la agravada situación de la vivienda y un modelo de urbanismo que favorece a unos pocos a expensas de la mayoría.

Además, Basurto criticó la regulación municipal actual sobre alojamiento turístico y lamentó la tendencia hacia el «turismo de calidad», que en su opinión está llevando a una «elitización» y está expulsando a los residentes locales de sus propios barrios debido a la escalada de precios.

El aumento del turismo en ciudades populares ha sido motivo de preocupación en varias partes del mundo, y San Sebastián no es una excepción.