«Es bastante razonable estudiar alternativas porque luego durante las obras pasan cosas» ha afirmado hoy el presidente de Aragón, Jorge Azcón. Las obras de remodelación de La Romareda, que comenzarán en julio, exigen ahora al club tener un plan B en caso de que surjan imprevistos que impidan jugar en el estadio. La Liga ha exigido al club tener un campo alternativo para jugar como local si las obras de La Romareda generan inconvenientes. Aunque las autoridades del club minimizan la probabilidad de que esto ocurra, la búsqueda de un estadio alternativo es una de las opciones ya se plantean sobre la mesa.

A pesar de que no exista ya un plan estudiado, según la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, el equipo de gobierno está preparado para llevar a cabo un proyecto en el caso de que sea necesario «nos pondremos manos a la obra con la misma celeridad que hemos demostrado siempre».

ALTERNATIVAS A LA ROMAREDA

Encontrar un campo con capacidad para la masa social del club y una ubicación cercana no es sencillo. Una de las opciones que se propuso entre las alternativas fue El Alcoraz (Huesca), y teniendo en cuenta la rivalidad que existe entre las aficiones, esta propuesta tuvo poco recorrido. El estadio de Las Gaunas (Logroño) sí se presenta como una alternativa viable para los partidos que el Real Zaragoza juegue como local, con una capacidad de 16.000 personas.

También se barajó inicialmente la opción de realizar los partidos en el caso de que fuera necesario en la pista de atletismo Corona de Aragón, pero la idea se descartó por las dificultades que implicaría su adaptación. Aunque cuenta con vestuarios y otros requisitos necesarios, la instalación de gradas supletorias y la eliminación de la pista de atletismo (con reforma prevista) la convierten en una opción poco viable.

AFORO LIMITADO

Se anticipa que la primera fase de las obras no afectará la ubicación del equipo. Sin embargo, la demolición de la tribuna este -la más cercana al Paseo Isabel La Católica- en 2025 podría generar la necesidad de un estadio alternativo.

El inicio de las obras también implica una reducción del aforo de La Romareda. El club planea una reducción de 5.000 socios para la próxima temporada, pasando de 28.882 a 23.500. Esto supone el desafío de encontrar un estadio alternativo que pueda albergar a todos los abonados en caso de ser necesario.

El Real Zaragoza se encuentra en un momento crucial. La remodelación de La Romareda es un proyecto ambicioso, pero también implica una serie de desafíos que el club deberá afrontar. La búsqueda de un estadio alternativo y la reducción de socios son solo algunos de los aspectos que generan incertidumbre sobre el futuro del equipo en la próxima temporada.