El verano es una temporada de diversión y disfrute al aire libre, pero para muchas personas, también significa enfrentar alergias estacionales que pueden afectar su bienestar. 

Las alergias veraniegas son comunes debido a la mayor concentración de polen, esporas de moho, picaduras de insectos y otros desencadenantes presentes durante esta época del año. 

Alergias al polen

El polen de las flores, árboles y pastos es uno de los principales desencadenantes de alergias en verano. Los síntomas comunes incluyen estornudos frecuentes, secreción nasal, picazón en los ojos y congestión.

Para evitar las alergias al polen: Consulta el pronóstico del polen para tu área y trata de limitar las actividades al aire libre en días con altos niveles de polen. Mantén las ventanas cerradas en casa y en el automóvil para evitar que el polen entre.

Después de estar al aire libre, dúchate y cambia de ropa para eliminar el polen que pueda estar en tu cuerpo y ropa.

Alergias a las esporas de moho

Las esporas de moho pueden crecer en áreas húmedas al aire libre, como pilas de hojas o jardines descuidados. Las esporas liberadas al aire pueden desencadenar alergias en personas sensibles. Para prevenir estas alergias hay que evitar actividades al aire libre en áreas con alta humedad o donde se puedan acumular hojas y moho.

Utiliza máscaras de filtración al realizar tareas de jardinería o limpieza en áreas propensas al moho. Asegúrate de mantener tu hogar limpio y libre de humedad para evitar la proliferación de esporas de moho en el interior.

Alergias a las picaduras de insectos

Las picaduras de abejas, avispas, mosquitos y otros insectos son comunes en verano y pueden desencadenar reacciones alérgicas en algunas personas. Para evitar las picaduras de insectos usa repelente de insectos que contenga DEET cuando estés al aire libre. Viste ropa de colores claros y manga larga para reducir la atracción de los insectos. Evita caminar descalzo en áreas donde puedan haber insectos.

Alergias al sol 

Algunas personas pueden desarrollar una erupción cutánea llamada «alergia al sol» o erupción polimorfa a la luz. Esta reacción alérgica ocurre debido a la exposición a la luz solar y puede provocar enrojecimiento, picazón y ampollas. Para prevenir las alergias al sol evita la exposición prolongada al sol durante las horas pico (entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde)

Usa protector solar con un alto factor de protección y ropa protectora, como sombreros y gafas de sol. Consulta a un dermatólogo si desarrollas erupciones cutáneas o síntomas inusuales después de la exposición al sol.

Alergias a los alimentos estacionales

Algunas personas pueden experimentar alergias alimentarias específicas en verano debido a la ingesta de ciertos alimentos estacionales, como frutas o mariscos. Para evitar alergias alimentarias presta atención a los alimentos que ingieres y a cualquier síntoma inusual después de comer.

Si tienes antecedentes de alergias alimentarias, lleva contigo medicamentos antialérgicos en caso de una reacción. Si a pesar de tomar precauciones, sigues experimentando síntomas alérgicos en verano, es importante que consultes a un alergólogo o médico especialista en alergias. 

Un profesional de la salud podrá realizar pruebas para identificar los desencadenantes específicos de tus alergias y recomendarte el tratamiento adecuado.

Recuerda que cada persona puede tener diferentes alergias y sensibilidades, por lo que es esencial conocer tus propios desencadenantes y tomar medidas preventivas para disfrutar plenamente del verano sin interrupciones por síntomas alérgicos.