En el último Boletín Epidemiológico de Aragón, se ha informado de la presencia de un brote comunitario de tosferina en la provincia de Zaragoza. Hasta el momento, se han registrado un total de 24 casos, de los cuales 10 han sido confirmados mediante pruebas microbiológicas de laboratorio. Ante esta situación, el departamento de Salud Pública ha tomado las medidas necesarias de tratamiento y aislamiento de los casos detectados. Además, se ha procedido a identificar y evaluar los contactos estrechos de los afectados, valorando la necesidad de administrar quimioprofilaxis.

La tosferina, causada por la bacteria Bordetella pertussis, es una infección aguda de las vías respiratorias superiores. Antes de la introducción de los programas de vacunación, era una de las enfermedades más frecuentes y una de las principales causas de mortalidad en los niños. En España, se declaró como enfermedad de declaración obligatoria en 1904, y en Aragón se incluyó en el calendario de vacunación infantil en 1965.

Desde entonces, la vacuna ha experimentado diversas modificaciones, siendo la versión actual la introducida en 2017. El esquema de vacunación actual consiste en dos dosis de DTPa a los 2 y 4 meses, un primer refuerzo con DTPa a los 11 meses y un segundo refuerzo con DTP a los 6 años.

A partir de 2015, se implementó la vacunación contra la tosferina en el tercer trimestre del embarazo utilizando la vacuna dTpa. Esta vacuna se administra entre las semanas 28 y 36 de gestación, idealmente entre la 28 y la 32, y se aplica en cada embarazo. Esta medida tiene como objetivo proteger tanto a la madre como al recién nacido, ya que la inmunización materna transfiere anticuerpos al feto a través de la placenta, brindando cierta protección durante los primeros meses de vida.

Es importante destacar la importancia de la vacunación como medida preventiva y de control de la tosferina. Aunque los brotes pueden ocurrir, la vacunación adecuada ayuda a reducir la incidencia y la gravedad de la enfermedad. Además, la vacunación durante el embarazo contribuye a proteger a los recién nacidos, quienes son especialmente vulnerables a complicaciones graves debido a su sistema inmunológico inmaduro.