La tos es una molesta afección que padecen los menores cuando tienen un cuadro gripal o un virus respiratorio. Puede afectarles en su día a día en la realización de sus actividades cotidianas como la alimentación o durante sus horas de sueño. Pero la tos tiene una función esencial, que es la de actuar como mecanismo de defensa del aparato respiratorio para eliminar la mucosidad de los pulmones.

Muchas veces habréis oído en boca de algunas abuelas: ¿No le vas a dar nada al niño para la tos? La respuesta es no. La tos en niños no debería tratarse porque en ese caso estaríamos eliminando su función esencial, que es la de eliminar ese exceso de mocos que rondan por el pecho de los niños.

Otro motivo para no tratarla sería que la medicación existente cuenta con poca evidencia científica y bastantes efectos secundarios conocidos, por lo que es mejor evitar completamente su uso, incluso aquellos que son homeopáticos. «Diversos estudios de alta calidad demuestran que los preparados homeopáticos no producen efectos superiores al placebo, por lo que con mayor motivo su uso no está justificado», explica Gonzalo Herraiz, pediatra en Quirónsalud Zaragoza.

Como en la mayoría de las enfermedades infantiles leves, como los resfriados, lo que hay que tratar es la causa, y este es otro de los motivos por los que tratar la tos, que es parte de los síntomas, no serviría para tratar la afección importante.

Entonces, ¿Qué podemos hacer para ayudarlos a mejorar esos síntomas sin recurrir a los jarabes? Pues alguna cosa se puede hacer, como mantenerlos lo más hidratados posible para que no se reseque en exceso la garganta debido a la irritación. Los caldos calentitos pueden ser una buena opción, a la vez que es importante seguir ofreciendo otros líquidos durante todo el día y que tengan a su disposición agua durante la noche, que es cuando más tosen.

ALIADOS NATURALES

Hay un truco casero que algunas familias cuentan que es ‘infalible’, aunque no es apto para algunos olfatos. Dejar una cebolla cortada cerca de la cama desprende vapores naturales de la cebolla que pueden ayudar con la tos seca y a hidratar las mucosas favoreciendo la descongestión. No hay respaldo científico que asegure que desaparezca la tos, pero tampoco tiene efectos negativos como los fármacos anteriormente comentados, por lo que si que es seguro usarla para mitigar los síntomas.

La miel es otro de los grandes aliados naturales en los procesos catarrales pero , ¡ojo!, sin olvidar que los menores de 12 meses no pueden consumirla. Una cucharita de miel puede aliviar el dolor de garganta momentáneamente ya que se considera que puede tener un efecto calmante.

Como explica el pediatra, será conveniente acudir a una revisión en los siguientes casos: Si presenta dificultad respiratoria (se marcan las costillas y se hunde el esternón, se oyen pitos al respirar o cuando la respiración sea muy rápida y agitada. Si presenta fiebre que dura más de tres días o si la tos y los mocos se prolongan más de 10-15 días.