La Policía Nacional acaba de hacer público un plan contra las sectas destructivas. Son conscientes de que suponen un riesgo que puede afectar a la seguridad ciudadana y vulnerar gravemente los derechos humanos de sus víctimas. Ahora el trabajo policial va a ser multidisciplinar y van a estar vigilantes.

«Estos grupos desarrollan conductas que causan un grave quebranto de los derechos y libertades de los ciudadanos», explican. Luis Santamaria, Investigador de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas, RIES, lo sabe ya desde hace años.

En 2023 sacó su último libro ‘A las afueras de la cruz. Las sectas de origen cristiano en España’, publicado por BAC Editorial, en el que analiza 99 grupos presentes actualmente en España. «Podría decir que ahora mismo estaríamos hablando de un millar de sectas de diversos orígenes que están operando hoy en nuestro país», explica a HOY ARAGÓN.

Luis las detecta, sabe como se mueven y conoce hasta dónde pueden llegar. «Entrar es fácil, salir es otra cosa, pero hay que decir que se puede. Hay quien lo ha conseguido y está bien», dice. Porque, según este analista, una secta puede quitártelo todo: familia, amigos, trabajo… «Acabas dándoles tu vida sin darte cuenta», sentencia.

Nos recuerda el caso de una joven llamada Patricia Aguilar. Esta chica de Elche, Alicante, estuvo en contacto a través de las redes con una secta desde los 16 años y cuando cumplió la mayoría de edad cogió 6.000 euros a sus padres y se marchó a Perú. Vivió dos años bajo coacciones y amenazas y al final consiguió salir.

«Todos ponemos cosas en internet acerca de nuestra vida, de nuestro estado de ánimo en un momento dado. Ellos lo aprovechan, buscan las debilidades, las flaquezas, para rellenar ese vacío que creemos tener y, en muchos casos, lo consiguen«, asegura Santamaría.

ARAGÓN, ESPACIO PARA LAS PRÁCTICAS DE SECTAS

Este teólogo español y destacado experto en sectas no lo duda cuando le preguntamos por Aragón. «Es una tierra que no es ajena a este problema. He estado varias veces dando charlas y la zona pirenaica es un escenario perfecto para el aislamiento y la supuesta meditación«, afirma Santamaría.

Y cuidado, dice, con algunos anuncios que prometen un bienestar emocional y el equilibrio mental. «Echan el anzuelo de manera masiva y muchos pican porque ese anzuelo es lo que crees necesitar», insiste Luis.

Durante la pandemia, estas sectas destructivas redoblaron esfuerzos en las redes sociales. Para aquellos que están dentro y quieren salir, manda un mensaje claro. No tanto a ellos, sino a los que son importantes en sus vidas. «La familia, los amigos, los que fueron importantes en la vida de esa persona deben tener paciencia y dedicar mucho tiempo. Se puede ayudar a salir pero hay que estar ahí, a su lado, sin apartarse ni un minuto».