Llegó en un fuerte estado de nerviosismo gritando que días anteriores no le habían dejado acceder a los baños. La empleada que estaba en el exterior, al escucharlo, decidió entrar. En ese momento, el detenido, de manera repentina, «se abalanzó sobre ella, agarrándola del
pelo, arrastrándola por el suelo y propinándole numerosos puñetazos y patadas en la
cabeza y en el cuerpo», dice la nota policial.

Sucedió el pasado 7 de noviembre sobre las 4:50 horas en una gasolinera ubicada en la carretera de Cogullada, en Zaragoza. En ella se encontraban dos empleadas; la otra mujer, que reconoció estar estupefacta ante la brutalidad y en sinsentido de la paliza, decidió ayudarla y auxiliarla.

Intento frenar al agresor pero lo único que consiguió fue ser su nueva víctima. Recibió un fuerte puñetazo del agresor que la lanzó al suelo dejándola incapacitada desde ese momento para intervenir en el suceso.

Tal fue la brutalidad del hecho, tanto físico como psicológico, que las víctimas no pudieron prestar declaración ante la Policía Nacional hasta cinco semanas después de la agresión debido a las graves lesiones y consecuencias psicológicas producidas.

DETENIDO Y PUESTO EN LIBERTAD CON CARGOS

El autor de los hechos, un hombre de 40 años sin antecedentes policiales hasta este momento, fue detenido por agentes de la Jefatura Superior de Policía de Aragón como presunto responsable de un delito de lesiones graves, pudiendo estar agravado por un trato degradante.

Los agentes de la Comisaría de distrito del Actur fueron los encargados de conducir
esta investigación, no pudiendo tomar declaración a las dos víctimas hasta hace unos días, cuando el agresor fue detenido tras dichas declaraciones y el visionado de los vídeos de la gasolinera que son, según los que han podido verlos, de una crudeza inusitada. El juez ha decretado libertad con cargos para el agresor.