A las 8:45 de la mañana (hora de Nueva York) del 11 de septiembre de 2001, el mundo se detuvo cuando un Boeing 767 de American Airlines se estrelló entre los pisos 93 y 99 de la Torre Norte del World Trade Center. Minutos después, otro avión similar impactó en la Torre Sur. Ambos aviones, originalmente en ruta de Boston a Los Ángeles, fueron desviados por presuntos terroristas de Al-Qaeda, dirigidos por Osama Bin Laden, ex aliado de Estados Unidos en Afganistán.

Este trágico evento, conocido como el 11 de septiembre o 11S, dejó una profunda huella en la sociedad y el orgullo de Estados Unidos. Un tercer avión impactó en el Pentágono, y otro avión se estrelló, presuntamente debido a la acción de pasajeros rebeldes, aunque algunos analistas sugieren que fue derribado por un misil.

El presidente George Bush estaba en un jardín de infantes cuando se enteró de lo que estaba ocurriendo, y se dice que el vicepresidente Dick Cheney asumió el control temporalmente. Este día se convirtió en un día de homenajes y recuerdo para los héroes que perdieron sus vidas.

Sin embargo, surgieron muchas preguntas, especialmente en relación con el avión que impactó en el Pentágono. Algunos sugieren la teoría del misil, argumentando que no hay evidencia de un impacto de avión en las imágenes y testimonios. También se mencionan discrepancias en el número de víctimas y la falta de nombres de secuestradores en las listas de pasajeros.

Este atentado tuvo un profundo impacto en la política exterior de Estados Unidos, siendo visto como una justificación para invadir Irak y Afganistán, así como para tomar medidas controvertidas como la creación de Guantánamo y la Ley Patriota. Muchos consideran estas conexiones como casualidades significativas.