El gobierno francés ha anunciado un decreto para combatir la práctica de reduflación en supermercados, programando su implementación para el 1 de julio. Esta estrategia, utilizada por algunas marcas para ocultar aumentos de precio al reducir el peso o volumen de los productos, será regulada de cerca, con multas de hasta 15.000 euros para empresas infractoras.

REGULAR LA REDUFLACIÓN

El decreto requiere que los supermercados indiquen claramente si algún producto ha experimentado cambios en su peso o volumen, además de mostrar la evolución del precio por unidad de medida. Esta medida, aplicable a alimentos y otros productos de cantidad constante, busca aumentar la transparencia y proteger a los consumidores contra prácticas anticompetitivas.

La reduflación ha sido una preocupación creciente en Francia, con críticos que la califican como una «estafa» y un «escándalo». La ex primera ministra francesa, Élisabeth Borne, ha expresado su objetivo de «prohibirla» completamente. Esta postura ha sido respaldada por el ministro de Economía, Bruno Le Maire, quien ha condenado enérgicamente esta práctica.

IMPACTO EN EL CONSUMO

La medida anunciada por el gobierno francés también tiene implicaciones en el mercado español. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), hasta un 7 % de la cesta de la compra en España está sujeta a la reduflación. Este fenómeno, cada vez más común según un análisis reciente de la OCU, se considera una práctica anticompetitiva y poco transparente.

Carrefour, la principal distribuidora de supermercados en Francia, ya había tomado medidas preliminares contra la reduflación colocando carteles en casi una treintena de productos para advertir a los consumidores sobre la reducción de producto contenido en los envases. Este movimiento fue un paso inicial hacia una mayor transparencia en el mercado minorista francés.

MULTAS POR INCUMPLIMIENTOS

El incumplimiento del nuevo decreto podrá resultar en multas significativas, con 3.000 euros para infractores individuales y 15.000 euros para empresas. Esta penalización busca disuadir a los actores del mercado de continuar con prácticas que puedan perjudicar a los consumidores y distorsionar la competencia.

El gobierno francés ha especificado que la regulación se aplicará a tiendas de más de 400 metros cuadrados, cubriendo así una amplia gama de establecimientos minoristas en todo el país. Sin embargo, productos envasados en cantidades variables o aquellos que se venden a granel quedan excluidos de esta regulación.

LA REDUFLACIÓN Y EN EL MERCADO

La implementación de estas medidas representa un impulso significativo hacia una mayor transparencia en el mercado minorista. Al obligar a los supermercados a revelar cualquier cambio en el peso o volumen de los productos, los consumidores podrán tomar decisiones de compra más informadas y estarán protegidos contra prácticas comerciales engañosas.

La regulación de la reduflación en Francia marca un hito importante en la protección de los derechos del consumidor y la promoción de la competencia justa en el mercado minorista. Con multas sustanciales por incumplimiento y un enfoque en la transparencia, se espera que esta medida tenga un impacto positivo en la confianza del consumidor y la integridad del mercado.