El primer gran paso que dieron estos vecinos del entorno de la calle Pignatelli, en pleno centro de Zaragoza, fue hace más de un año. «Nuestra perrita Chica se encuentra a salvo y fuera de las manos de ese maltratador», así de directos se mostraban en las redes sociales.

Llegaron a crear un grupo de WhatsApp, una red de ojos y oídos para seguir y observar a una persona que siempre tenía los mismo hábitos. «Salía a pasear con un perro y pasaba gran parte del día en un bar. Se le ha llegado a ver en varias ocasiones golpeando al animal y maltratándolo», dice Pilar, una de las vecinas implicadas.

Tenían la directriz interna de llamar al 092 en cuanto viesen ese tipo de situaciones de maltrato animal. «Se dedicaba a dejarlo atado durante horas ladrando sin parar y sin apenas moverse mientras él estaba bebiendo en el bar. Yo misma avisé a la policía una vez que conté que llevaba más de cuatro horas atado e inmóvil», relata una vecina en redes sociales.

Lo cierto es que le llegaban a ver hasta con cuatro perros distintos. «Le denunciamos, se llevan al animal y enseguida consigue a otro», denuciaba otro vecino implicado. El pasado mes de enero de 2022 consiguieron, como explican ellos, salvar a »Chica’, un pastor alemán, que encontró un nuevo hogar en una protectora de animales. Lo hicieron tras denunciarlo y con la actuación de Policía Local y Protección Animal.

Meses después ha vuelto a suceder. De nuevo, el mismo hombre con otro perro, esta vez un galgo, con el que llevaba la misma rutina y del que, según los vecinos del entorno de Pignatelli, se despreocupaba constantemente. Mamen lo vió, fotografió y denunció en redes. «Lo he vuelto a ver con otro perro tras haberle quitado varios por denuncias de maltrato animal. No se que hacer», decía Pilar hace unos días.

ABANDONADA Y MALTRATADA

«La ha dejado abandonada en el Centro de Salud de San Pablo. La Policía Local se la ha llevado a Centro de Protección Animal», anunciaba otro vecino. » La vez anterior costó mucho quitarle a la perrita que tenía; ahora ya había antecedentes», cuenta Pilar.

Uno de los perros que los vecinos han podido «liberar» y que ahora está en el centro de Protección Animal de La Cartuja / Cedida a HOY ARAGÓN

La vida de ‘Chica’ y este galgo abandonado van a poder cambiar para mejor gracias a la preocupación desinteresada de estos vecinos que han hecho, como si de detectives se tratara, un seguimiento muy detallado de una persona que, según dicen, no debería tener cerca ningún animal porque se desentiende de ellos y no los cuida como debería.

Pero el control sobre este presunto maltratador no cesa. Temen que vuelva a aparecer con otro perro y están alerta. «Lo denunciaremos y perseguiremos las veces que haga falta para tratar de evitar más daños a otros animales. Nos sentimos responsables por ellos», insisten estos comprometidos vecinos del entorno de la calle Pignatelli.