El pueblo quedó desierto en los años 60 cuando sus tierras fueron anegadas y expropiadas para la construcción del embalse de El Grado. Y lo que parecía que iba a ser otro municipio deshabitado más y condenado a la extinción, resurgió de los peores presagios para ser un ejemplo de gestión turísticas con cifras millonarias.

Ligüerre de Cinca, ubicado en la comarca de Sobrarbe, Huesca, estaba destinado a convertirse en otro de los muchos pueblos deshabitados del Pirineo aragonés. Sin embargo, gracias al esfuerzo de la Unión General de Trabajadores (UGT) en la década de los 80, este municipio ha renacido como un gran destino turístico.

En 1986, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) cedió el uso del terreno a la UGT para un ambicioso proyecto de rehabilitación. Este proyecto social, económico y sindical tenía como objetivo ofrecer a los afiliados de UGT un lugar de encuentro y revitalizar cultural y económicamente la región, generando además puestos de trabajo.

Casi 20 años después de su despoblación, en 1985, se presentó el proyecto de recuperación del casco urbano de Ligüerre de Cinca. La rehabilitación, que comenzó en 1986, se extendió durante 30 años, recuperando espacios emblemáticos como el Mesón, el Torreón, la Iglesia y la Abadía, así como las antiguas casas.

El potencial turístico de Ligüerre de Cinca no pasó desapercibido para Ligüerre Enoturismo, que transformó el lugar en un popular destino para eventos y bodas. Desde que se celebró el primer matrimonio en 2003, el boca a boca ha convertido a Ligüerre en un lugar solicitado, con casi 40 bodas al año. La combinación de naturaleza, vino, productos locales, hospedaje y gastronomía ofrece una experiencia única.

El esfuerzo de rehabilitación ha sido reconocido por el Gobierno de Aragón, que oficialmente designó a Ligüerre como «pueblo recuperado». Este reconocimiento, junto con las menciones en revistas prestigiosas como Vogue y Condé Nast Traveller, ha cimentado la reputación del pueblo como uno de los destinos más bonitos para casarse en España.

Ligüerre Enoturismo gestiona dos establecimientos turísticos: Ligüerre Resort y La Pedanía. Ligüerre Resort, ubicado en el casco histórico, puede albergar hasta 300 invitados y cuenta con un equipo de cocina de élite. Las bodas aquí pueden extenderse durante todo un fin de semana, ofreciendo a los novios y sus invitados una experiencia inolvidable.

La Pedanía, situada en el Mesón de Ligüerre de Cinca, es ideal para bodas más informales y verdes, con capacidad para 150 personas. Su entorno natural, junto al lago y con amplios espacios al aire libre, proporciona un escenario perfecto para celebraciones al aire libre.

Ligüerre de Cinca se encuentra en el corazón del Pirineo, cerca de lugares de ensueño como Alquézar y Aínsa, y monumentos naturales como el Parque Nacional de Ordesa y la Sierra de Guara. Este entorno natural ha permitido celebraciones únicas, con parejas llegando en globo, mula o lancha a motor, y ceremonias temáticas inspiradas en El Señor de los Anillos o La Guerra de las Galaxias.