La Unión Europea de Radiodifusión (UER), entidad organizadora del prestigioso festival de Eurovisión, ha confirmado oficialmente que la canción titulada «Zorra», que competirá en representación de España este año, es apta para participar en el certamen musical más grande del continente.

La decisión llega tras semanas de debate y controversia en torno al contenido y el título de la canción, interpretada por Nebulossa. La UER explicó que, considerando el contexto de la letra y el mensaje de la canción, así como la explicación proporcionada por RTVE (Radiotelevisión Española), han concluido que «Zorra» cumple con los requisitos para participar en el concurso.

Este veredicto pone fin a la incertidumbre sobre si la canción cumplía con las estrictas normas de Eurovisión, que prohíben el uso de un lenguaje inaceptable en las letras de las canciones, así como mensajes que promuevan causas políticas, religiosas u organizaciones específicas y la exposición de desnudez en el escenario.

No es la primera vez que Eurovisión se ve envuelto en controversias de este tipo. En el pasado, países como Georgia y Moldavia han tenido que modificar sus canciones para cumplir con las reglas del concurso. Incluso España tuvo que cambiar la letra de su canción en 2008 para evitar referencias políticas controvertidas.

En este caso, la discusión giró en torno al título mismo de la canción, «Zorra», que generó opiniones divididas sobre su idoneidad. Sin embargo, tanto RTVE como los artistas detrás de la canción defendieron su elección, destacando que el término «zorra» en el contexto de la canción tiene un significado específico y no ofensivo.

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se mostró a favor de la canción, defendiendo su carácter provocativo y su mensaje de empoderamiento femenino. Sin embargo, algunas organizaciones han expresado su preocupación por el uso del término, señalando que puede ser utilizado de manera peyorativa.

A pesar de las críticas y el debate, la decisión de la UER de permitir que «Zorra» compita en Eurovisión ha zanjado el llamado «eurodrama» que rodeaba a esta canción, abriendo paso a su participación en el escenario internacional.