Con la llegada del invierno, muchos creen que las opciones de disfrute en familia se reducen, pero en la localidad leonesa de Casares de Arbes, la naturaleza revela un espectáculo invernal digno de admiración.

El embalse de Casares, construido en 1984, se erige majestuosamente con su presa de arco de gravedad, ofreciendo no solo una vista impresionante, sino desempeñando un papel vital en la Reserva de la Biosfera Alto Bernesga. La nieve que abraza este paisaje invernal no solo añade belleza escénica, sino que también garantiza el caudal ecológico del río Bernesga, protegiendo así sus valores medioambientales.

Este paraíso invernal no solo es un deleite visual, sino también un escenario perfecto para los aficionados a los deportes acuáticos durante los meses más cálidos. Desde el paddle surf hasta la pesca, el embalse de Casares se transforma en un espacio versátil para la diversión al aire libre.

Además de su atractivo natural, la zona cuenta con rutas de senderismo que llevan a puntos de interés como el Valle de Aralla, el pueblo de Cubillas de Arbas y el Pico del Rozo. Los amantes de la naturaleza pueden disfrutar de la rica biodiversidad, con la presencia de especies como la Garza Real y el Ánade Azulón.

Tras explorar este paisaje invernal, la región ofrece un festín gastronómico con manjares típicos de la provincia de León. Desde la caldereta de cordero hasta la cecina de chivo y los embutidos locales, restaurantes como «Mesón Ezequiel» y «El Rincón» ofrecen una combinación perfecta entre la tradición culinaria y el entorno montañoso.

La Ruta del Embalse de Casares se presenta como una experiencia única donde la naturaleza se fusiona con el ocio, ofreciendo una escapada perfecta para aquellos que buscan la majestuosidad de la Montaña Central de León. Con su belleza natural, actividades al aire libre y exquisiteces gastronómicas, este destino se convierte en una elección extraordinaria para todos los gustos a la hora de disfrutar del ocio al aire libre.