En el corazón de la península ibérica, donde España y Portugal se abrazan, se esconde un rincón paradisíaco que bien podría competir con los destinos más exóticos del mundo. Nos referimos al impresionante Pozo Azul de Gerês, una joya natural ubicada en el Parque Nacional da Peneda-Gerês, al norte de Portugal y en las proximidades de la frontera con Galicia.

POZO AZUL

Este pozo se presenta como una poza de aguas turquesas y cristalinas que transportan a los visitantes a un escenario caribeño. Sus vibrantes colores y la pureza de sus aguas hacen que este lugar sea un destino imperdible para los amantes de la naturaleza y la aventura.

RUTA Y COMO LLEGAR

Acceder a este tesoro natural implica una travesía, pero el esfuerzo se ve recompensado con una experiencia única. La entrada al Pozo Azul de Gerês requiere una caminata de aproximadamente 8 kilómetros y dos horas a pie. Aunque el sendero es un tanto desafiante, cada paso se convierte en una oportunidad para sumergirse en la belleza del entorno natural.

Para aquellos aventureros que desean explorar este paraíso escondido, el punto de inicio es el Miradouro das Rocas. Los valientes que cuenten con vehículos aptos para terrenos escarpados pueden optar por estacionarse cerca de las cascadas de Arado, reduciendo así su caminata en unos 400 metros.

El trayecto está meticulosamente marcado con señales rojas y amarillas, garantizando una travesía sin contratiempos. Desde el Miradouro das Rocas, sigue la carretera de la cascada, atraviesa la montaña, pasa por la Fuente de las Letras y llega a una bifurcación. Gira a la derecha, pasa el Curral y la Fuente da Malhadoura, y continúa el camino.

A pesar de su relativo aislamiento, el Pozo Azul de Gerês se revela como un destino excepcional que combina la aventura del camino con la recompensa de descubrir un rincón natural de ensueño. Prepárate para una experiencia inolvidable en este paraíso escondido entre las fronteras de España y Portugal. ¿Te animas a explorar esta maravilla natural?