La reentré zaragozana tras el verano llega con novedades gastro. Una de ellas llega de la mano del Grupo Umalas. Este grupo, especializado sobre todo en coctelería y picoteos variados y con casi todos los locales por la zona de la plaza de Santa Cruz, da el salto ahora para abrir un restaurante de aires mediterráneos en el número 7 de la calle San Lorenzo.

Ese aire mediterráneo se nota para empezar en la decoración del local. Con el blanco y el azul como grandes protagonistas, el restaurante tiene un aire muy natural gracias a la presencia de madera y de materiales naturales. Junto al suelo que recrea las baldosas hidráulicas, hay lámparas que recuerdan a las de los puertos, redes de pesca recubren las paredes, cojines con estrellas de mar y algas marinas, cortinas y lámparas de fibras naturales o espejos diseñados con ramas recogidas a la orilla del mar.

Los detalles marineros salpican la decoración / Caxalote

También podemos ver un viejo trillo que hace las veces de mesa, vasijas recuperadas de una vieja masía de la Costa Brava, además de un cachalote pintado en color azul de una de las paredes. Una decoración diseñada para crear un ambiente marino y enmarcar las propuestas gastro que es un homenaje a la gastronomía mediterránea, recogida en una carta que fusiona la creatividad con la herencia culinaria, con una mezcla de delicias de la huerta hasta productos del mar.

QUÉ COMER EN CAXALOTE

En Caxalote hay dos opciones disponibles: tapeo en barra o un menú degustación. La opción de las tapas, bautizada como ‘Muellle’, se puede tomar en la zona de barra, o como aperitivo en el salón del restaurante, e incluye cuatro únicas tapas representativas de las distintas partes del mundo: el bao de pollo satay macerado en curry y jengibre y mango caramelizado, cebolla morada, rúcula y mahonesa de kimchi.

Tapas o menú, la dos opciones de este restaurante / Caxalote

La empanadilla picante de carne de cerdo, aji amarillo, pasta de aji y mahonesa de siriacha es la propuesta que viene desde México. De la cocina española, tenemos la croqueta de panceta horneada con nueces y espuma de parmesano. También hay disponible un taco marino con salmón ahumado, guacamole picante, manzana encurtida y pan Pappadum.

El menú degustación, llamado ‘Camarote’, cuesta 36 euros, e incluye 7 referencias, además de pan y agua. Y la intención es ir variando de forma habitual para ofrecer novedades a sus clientes e incorporar productos de temporada. Para empezar, este menú nos presenta una copa de cava con olivas y mantequilla elaborada con hierbas y especias.

En ese punto, el desfile de platos prosigue con tartar de atún y mango, arepa de pollo de corral con guacamole y crujiente de su piel, risotto con oreja y crujiente de torreznos y hongos, rodaballo marcado a la brasa y terminado al horno con su pil pil y parmentier de salsa de ajos asados y tataki de chuleta de vaca vieja. Para poner el punto y final, no podía falta algo dulce: crema de tiramisú.

Por otro lado, en un restaurante del Grupo Umalas no podían faltar los tragos. Y así, en la carta hay una amplía oferta de cócteles, vinos blancos, tintos, cavas y champagne.