La vicealcaldesa y consejera municipal de Cultura y Proyección Exterior del Ayuntamiento de Zaragoza, Sara Fernández, ha acudido este miércoles al taller en el que el artista zaragozano Jesús Gazol realiza una obra escultórica en homenaje a los héroes de Los Sitios y que se colocará en una zona, aún por determinar, de la arboleda de Macanaz, en la margen izquierda.

El monumento, demandado por la ciudadanía desde hace años y que ha contado con el impulso de distintas asociaciones, tiene como objetivo homenajear a personas anónimas que, durante Los Sitios, cayeron en la contienda y con la epidemia de tifus que asoló la ciudad. También busca contribuir a difundir la zona donde se encontró una fosa común que acogió en 1809 a miles de cadáveres tras el momento de la capitulación y que se ubicó en la salitrería de Macanaz.

La escultura es un alto relieve en bronce al silicio de primera calidad, cincelado y pátina natural al ácido, de 300 por 100 por 25 centímetros de tamaño y un espesor de 8 milímetros. El relieve está modelado en barro y se han empleado 280 kilos, posteriormente pasará la cocción de las piezas y luego al montaje sobre bastidor de madera para realizar la fundición. La escultura de bronce se colocará sobre un soporte de cemento.

LOS HÉROES DE LOS SITIOS

La vicealcaldesa ha explicado que se conocen los héroes más significativos, pero «si algo identifica la historia de Zaragoza es que todo el pueblo salió a la calle a defender la ciudad ante la invasión de las tropas francesas». Tras visitar la evolución de los trabajos de la escultura en el taller del artista, Sara Fernández ha apreciado que Gazol realiza un «magnífico trabajo».

Sobre la ubicación de la obra, Sara Fernández ha dicho que está por cerrar y será en el entorno de la arboleda Macanaz, pero al ser zona inundable y de paso se tiene que estudiar. Otro condicionante es el plazo de conclusión del trabajo que depende de la fundición y puede estar terminada a finales de este año o principios de 2022, ha apuntado.

Por su parte, el artista Jesús Gazol ha indicado que con esta obra escultórica busca rendir un homenaje a los ciudadanos anónimos que dieron su vida por la libertad, hombres y mujeres que lucharon por la liberación de la ciudad de Zaragoza de la invasión de las tropas francesas».

En declaraciones a los medios de comunicación, Gazol ha contado que la historia ha reconocido a personajes emblemáticos, héroes y heroínas, que combatieron contra las tropas napoleónicas, pero «fue el pueblo, en su conjunto, el que luchó por defender su ciudad y su libertad bajo el grito, Zaragoza no se rinde».

«Quería ir a la parte más humana de la ciudad porque ha marcado lo que somos y no se puede olvidar esa parte de la historia de Zaragoza«. La obra representa el «terror» de la guerra a través de personajes que expresan el dolor, la angustia y la pérdida. Al respecto ha relatado: «la desnudez de los personajes transmite el anonimato y la soledad de la condición humana con la que todos nos enfrentamos de igual manera ante la muerte.

La fusión de los cuerpos agolpados simboliza la solidaridad y la búsqueda de causas comunes ante la injusticia. Además, la disposición agrupada de los personajes permite superar al individuo para trascender al sentido colectivo que simboliza la ciudad. «Los aragoneses, como fervientes herederos de nuestras tradiciones griegas y romanas trascendieron de la muerte del individuo a la defensa de la ciudad como principio de libertad colectiva», ha comentado Gazol.

Esta idea de lucha por este concepto sublime de libertad de todos se plasma en el conjunto de personajes aglutinados en la parte superior sobre la pieza de cemento que representa el mapa de la ciudad en el momento en que tuvieron lugar los sitios de Zaragoza, ha comentado el artista. Antes de concluir ha avanzado que el conjunto escultórico de 14 figuras humanas estará en alto porque se «intenta elevarlos» y que el espectador tenga que levantar la cabeza para admirarla.