Una pena de 6 años y 15 días de cárcel y el pago de 147.000 euros es la condena que ha tenido el vecino de la Fueva (Sobrarbe) acusado de abusar de 5 niñas menores de 13 años a lo largo de 10 años. Durante los dos días de juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Huesca, Joaquín E. S. ha confesado que desde el año 2010 realizaba tocamientos a las menores aprovechando sus salidas al campo en su tractor o en su pick-up, con la excusa de ir a ver jabalíes por la noche.

Según la acusación, el individuo atraía a las niñas con engaños y las sometía a tocamientos habituales, causando un profundo impacto en la vida de las víctimas.

El Ministerio Fiscal solicitaba una pena de 30 años de prisión para el acusado, pero finalmente se ha alcanzado este acuerdo tras reconocer los hechos. El acusado ha abonado una indemnización de 147.000 euros a las víctimas, distribuida según el grado del delito.

Para la acusación los hechos están claros. Así lo ha ratificado el abogado de la acusación, Javier Osés, quien ha asegurado que entiende que «la responsabilidad del acusado está clarísima», por lo que, ha dicho, espera que «salga condenado».

El abogado de la defensa ha destacado el principio de acuerdo alcanzado, que incluirá también una orden de alejamiento de las víctimas durante 20 años fuera de la provincia de Huesca.

10 AÑOS DE ABUSOS A MENORES DE ENTRE 5 Y 13 AÑOS

Una de las víctimas, nacida en 2008, fue sometida a tocamientos sexuales en diversos lugares, como en la granja del acusado, cuando la llevaba por la noche a ver jabalíes o en su furgoneta pick up, donde hacía que se sentara en el asiento del conductor para tocarle por debajo de su ropa interior. A la niña, «con ánimo de amedrentarla», le amenazaba con «si dices algo o te niegas, mataré a tu madre». Esto provocaba en la menor una «situación de terror» que le impidió contarle lo sucedido a sus familiares. Los tocamientos se realizaron desde los 5 años hasta que cumplió 11.

Estos hechos ocasionaron en la joven trastornos alimenticios en la menor y una sintomatología que se puede encuadrar «dentro de un síndrome de estrés postraumático». La niña fue ingresada en varias ocasiones por conductas autolesivas y rechazo a la propia imagen corporal. De hecho, fue uno de estos ingresos el que destapó el caso de abusos sexuales que estaban teniendo lugar en el Sobrarbe.

La segunda de las victimas sufrió sus abusos desde los 6 años hasta que alcanzó la edad de 13 años, con frecuencia diaria durante las noches de verano. El acusado sentaba a la niña junto al asiento del conductor metiendo su mano debajo de su ropa.

La tercera víctima asegura que el presunto abusador le dijo «vas a ocupar el lugar de […]» y acto seguido la subió al asiento del conductor de su vehículo pasando la mano por debajo de su camiseta. Esto ocurrió también en el verano de 2015, cuando la niña apenas tenía 13 años. La excusa fue de nuevo un trayecto nocturno con la excusa de ver jabalíes. La excusa a varios de los tocamientos realizados fueron «para que no te caigas».

Actos similares los había cometido anteriormente con otras dos víctimas, de 10 y 12 años, en los años 2010 y 2011, respectivamente. Aquí, en una de las ocasiones, el acuso realizó un abuso con «con introducción de miembro corporal a una menor», según relata la Fiscalía. Durante varias noches en una semana el acusado llevó a la menor a ver jabalíes en su pick up realizando otro tipo de tocamientos.

El condenado tiene prohibido entrar en la comarca del Sobrarbe, salir del país y acercarse a menos de 1.000 metros de las víctimas.