El quebrantahuesos, cuyo nombre científico es Gypaetus barbatus, debe su nombre a su apariencia física, con referencia a su combinación de características de buitre y águila, así como a la presencia de una barba bajo su pico. Tiene ojos rodeados por un anillo esclerótilo rojo, que resalta en momentos de agresión o nerviosismo. Un antifaz negro se extiende desde los ojos hasta la base del pico, donde aparecen filoplumas.

En la parte superior de la cabeza, tiene plumas negras que forman un capirote. Su cola tiene forma de cuña o rombo, y sus tarsos están cubiertos de plumas. El color del plumaje varía según la edad, siendo naranja en los adultos debido al tinte que adquieren al impregnarse con barro.

Aragón cuenta en la actualidad con unos 400 quebrantahuesos y más de 90 parejas reproductoras, de las 217 existentes en el país, gracias al papel que la Comunidad ha desarrollado para favorecer la conservación de esta especie en peligro de extinción.

Uno de los responsables de este éxito es el Centro de Recuperación y Cría del Quebrantahuesos en Aislamiento Humano (CRIAH), construido y financiado por el Gobierno de Aragón, se encuentra en Finca de la Alfranca (Pastriz). Con una superficie de 500 m2 está equipado con incubadoras, incubadoras, nacedoras, señuelos naturalizados, aviario exterior, nidales y otros equipamientos destinados a la cría en cautividad. La gestión y mantenimiento del CRIAH está a cargo de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ).

La Fundación, dirigida por Gerardo Báguena, tiene varias líneas de trabajo y varios proyectos, como el programa de rescate, cría, liberación y seguimiento de quebrantahuesos en la península ibérica, que es el que se lleva a cabo en el centro zaragozano. 

El CRIAH ha logrado criar con éxito 38 pollos gracias a la asistencia de veterinarios y expertos en cría de quebrantahuesos.

PROCESO DE CRIANZA

El proceso de crianza de los pollos se realiza en total aislamiento humano para evitar que se produzca impronta, utilizando señuelos naturalizados a tamaño real y de gran realismo. Este método permite que los pollos se impregnen de los factores ambientales del hábitat que ocuparán una vez liberados.

Los pollos son trasladados al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, donde se habilitó una estructura para realizar el proceso de adaptación antes de ser liberados. Posteriormente, son trasladados al Parque Nacional de Picos de Europa, donde son liberados tras un período de adaptación.

Además, Aragón ha cedido crías de quebrantahuesos para la repoblación de otras comunidades autónomas como Asturias, Cantabria y Castilla y León, y gracias a la solidaridad de Aragón, la Sierra de Gredos, el Parque Nacional de los Picos de Europa y el Maestrazgo cuentan con ejemplares de quebrantahuesos cuando hacía años que no las tenían.