Más de 300 cargos institucionales, militantes y simpatizantes del Partido Aragonés (PAR) han apostado «por defender la libertad y la independencia» de esta formación política y seguir trabajando «en equipo» por Aragón y por sus ciudadanos.

Todos ellos se han reunido este sábado, en la Residencia de Estudiantes Pignatelli de Zaragoza, en la convención política ‘El Aragón del futuro’ para hablar y debatir sobre la situación del partido, sus retos y los del territorio.

En declaraciones a los medios de comunicación, el portavoz del PAR en las Cortes de Aragón, Alberto Izquierdo, ha asegurado que el Partido Aragonés está formado por «mujeres y hombres del territorio que queremos seguir trabajando por este partido, seguir sacando proyectos adelante sin escondernos en ningún lugar». Este cónclave político de la formación aragonesista se da en unas circunstancias anómalas y que le están señalando el camino de la desaparición.

Entre otras cosas, tras su caída brusca en el número de votantes en las últimas elecciones de 2023 y a pesar de aferrarse al poder en el Gobierno que preside Jorge Azcón, está en un enrevesado proceso judicial.

El congreso que aupó a la presidencia al exvicepresidente aragonés Arturo Aliaga fue tildado de irregular por un juzgado, hace más de dos años. Este proceso judicial ha dejado en entredicho la interinidad de su actual directiva, encabezada por Clemente Sánchez Garnica y Alberto Izquierdo; además de última decisión judicial del Tribunal Supremo que apunta a que el PAR debe repetir el congreso tildado de irregular y devolver los derechos sustraídos a los militantes.

Todo ello, para más inri, cuando el sector crítico del PAR dejó la formación para constituir una plataforma llamada Aragoneses, la cual concurrió junto al PP de Azcón a las elecciones autonómicas; y otra sector crítico formó el partido político Tú Aragón que se alió con los ‘restos’ de Ciudadanos.

Pese a todo ello, Izquierdo ha asegurado: «Aquí estamos para que venga quien quiera a hablar de aragonesismo, del Partido Aragonés» porque, ha añadido, «no habrá aragonesismo si no es capitaneado por la gente que hoy integra esta formación; somos muchos más y desde luego somos de verdad». En esta línea, ha apostillado que el PAR «no va a ser franquicia de nadie, le pese a quien le pese».

«No queremos ser de otro partido, el PAR es un partido libre, vamos a seguir siendo libres y no vamos a estar condicionados por nadie con intenciones que ni son puras ni son claras. No queremos que esta herencia que recibimos de 45 años de trabajo por Aragón se convierta en la franquicia política de nadie», ha afirmado Alberto Izquierdo.

LA PUERTA ABIERTA DEL PAR

Ha manifestado que el PAR tiene la puerta abierta «para todo aquel que quiera trabajar de verdad» y ha puesto como ejemplo la presencia en esta convención de representantes de Somos Caspe y de personas que se fueron del partido y que han retornado a sus filas porque, ha dicho, «han querido volver a su casa a trabajar y nadie les ha puesto ningún problema».

«¿Qué problema hay en que los que hoy somos militantes del Partido Aragonés votemos de forma libre y universal? ¿Es mejor que vote gente en un congreso que hoy es militante del Partido Popular, alcalde del Partido Popular o de otro partido? ¿Eso es más justo?», se ha preguntado Izquierdo, para después señalar que «los jueces tendrán que decirlo y nosotros haremos lo que digan los jueces, como hemos hecho siempre, no lo que diga otra persona».

Asimismo, ha planteado que quizá «hay que preguntar en Madrid lo que tiene que hacer el Partido Aragonés, igual hay que preguntar en Madrid si el Partido Aragonés puede rearmarse y seguir trabajando».

LIBERTAD Y DEMOCRACIA

Por su parte, el presidente del PAR en funciones, Clemente Sánchez-Garnica, ha asegurado que este encuentro «es la expresión de la libertad, de la democracia» ya que, «los militantes han venido libremente porque no es una cuestión de órganos del partido, es una reunión muy expresiva de lo que es el PAR: un partido abierto, limpio y libre».

Sánchez-Garnica ha concluido agregando que, «internamente, estamos mejor que nunca y, externamente, intentando trabajar para evitar que una operación política de difícil definición pueda arrastrarnos a la inactividad. No lo van a conseguir».