Ha pasado ya algo más de una semana desde que se produjera el derrumbe del número 21 de la calle San Francisco de Teruel y los vecinos afectados, ya con viviendas provisionales en su casi total mayoría, piensan en cómo recuperar sus casas y, en definitiva, sus vidas.
Constituidos en Plataforma en menos de una semana, las 21 familias del edificio ‘Amantes’ ahora tienen asesoría jurídica. Correrá a cargo de ASEMAS Mutua de Seguros y Reaseguros, especializada en arquitectura y a la que han accedido gracias a la colaboración del Colegio de Arquitectos de Teruel. Una de sus labores es garantizar la responsabilidad civil profesional de los arquitectos.
En paralelo, la plataforma de afectados ya ha tenido una reunión con Rocío Feliz de Vargas, concejal del nuevo gobierno municipal de Buj e interlocutora con los vecinos, quienes le han expresado su preocupación por que el desescombro se realice de tal forma que se puedan esclarecer las causas de lo sucedido.
A las prisas iniciales por limpiar la zona ha precedido la calma para no eliminar pruebas ni enseres personales de todos aquellos que han perdido su casa de la noche a la mañana. “Queremos recuperar cuantos enseres nos sea posible», explican desde la plataforma. Así las cosas han pedido al consistorio turolense presencia policial para evitar robos o intrusiones en la zona, según dicen, como ya ha podido suceder en otros siniestro similares.
Dicen los vecinos que el Ayuntamiento «ha ofrecido su colaboración para facilitar otras gestiones básicas, pero con gran impacto sobre la vida de los vecinos del número 21, como la solicitud de su documentación personal, que no pudieron sacar por la urgencia con la que se evacuó el edificio.
QUE LES DEVUELVAN EL PAGO DEL IBI
Desde la plataforma también han solicitado la devolución del Impuesto de Bienes Inmuebles a los propietarios de la finca derrumbada, que justo se cobró el pasado 12 de junio. Son algunos de los puntos en los que han incidido los vecinos en esa reunión en la que su portavoz, Javier Carbó, ha destacado el afán colaborador del equipo de gobierno municipal.
«Hay una gran voluntad por parte del Ayuntamiento de Teruel en colaborar con nosotros y que haya una línea de directa para que los vecinos podamos, no solo plantear cuestiones concretas, sino también estar informados y opinar sobre qué va a pasar con lo que queda del edificio», celebra Carbó y los vecinos víctimas del derrumbe, que ya piensan en recuperar sus casas y, con ello, sus vidas.