La transformación urbana del paseo de la Independencia en Zaragoza continúa avanzando con la reciente adquisición de un icónico edificio por parte de la familia Bandrés, fundadores de la promotora Grupo Lobe.

Esta operación, valorada en torno a los 20 millones de euros, marca un hito en el desarrollo inmobiliario de la capital aragonesa, con planes de convertir el inmueble en modernos apartamentos de servicio, una tendencia en alza en otras grandes capitales como Madrid y Barcelona.

Según fuentes de la familia Bandrés en conversación con HOY ARAGÓN, la compra se ha cerrado este lunes, del edificio que se encuentra en el número 37 del paseo de la Independencia, una ubicación estratégica junto a la antigua sede de Telefónica.

El proyecto inicial -detallan las fuentes- contempla una completa rehabilitación del inmueble para alcanzar la certificación Passivhaus, un sello distintivo de Grupo Lobe que garantiza una alta eficiencia energética. Con ello, se busca ofrecer una opción de alojamiento moderno y flexible, sin el alto coste asociado a las viviendas de lujo.

Con más de 8.200 metros cuadrados de superficie construida, el inmueble se destinará al alquiler de corta y media estancia. El proyecto incluirá estudios y apartamentos de uno y dos dormitorios, además de espacios comunes como áreas de coworking, terraza y gimnasio, introduciendo así un innovador concepto de alojamiento que combina la autonomía residencial con servicios típicos de un hotel.

Este proyecto representa una apuesta por revitalizar el centro de Zaragoza, ofreciendo soluciones de vivienda adaptadas a las necesidades actuales de flexibilidad y servicios integrados. Con ello, la familia Bandrés aspira a posicionar a Zaragoza a la vanguardia de las tendencias inmobiliarias, adaptando exitosamente modelos probados en otras grandes urbes al contexto único de la capital aragonesa.