El barrio Romareda es hoy en día una de las zonas más dinámicas de la ciudad gracias a la presencia del estadio de fútbol municipal, del Auditorio de Zaragoza, o de equipamientos como el Hospital Miguel Servet. Pero no siempre fue así.
La Romareda se construyó sobre un antiguo romeral, y cuando comenzó a levantarse, estaba situado en la periferia de la ciudad. La construcción de este barrio supuso un cambio en el paradigma de la ciudad. Frente a la estructura urbana de calles y avenidas con manzanas cerradas que podemos ver en la ciudad compacta, este barrio nació en torno a calles en los que se construyeron altas torres independientes rodeadas de jardines.
TORRES DE MÁS DE DIEZ PLANTAS Y CON JARDINES
En el año 1961 se aprobó el “Plan Parcial Polígono Gran Vía”, que pronto recibiría el nombre de «Polígono Romareda». Esta zona de expansión de la ciudad comenzó a articularse en torno a la avenida de Isabel la Católica. Y desde el principio, contó con motores importantes para crecer, como la Feria de Muestras, el Hospital Miguel Servet (en ese momento era conocido como Residencia Sanitaria José Antonio) o el estadio municipal de la Romareda.
Para diseñar este barrio se apostó por crear una zona de calles amplias y rectas, andadores y zonas de aparcamiento, en las que se levantaron bloques de torres exentas como modelo edificatorio, con rígidos criterios constructivos en cuanto a alturas y disposiciones. Los nuevos bloques se constituían en amplias manzanas cuadradas de doce plantas y rodeadas de jardines.
Una parte importante de estos edificios presentan plantas bajas abiertas sobre pilotes que carecen de bajos comerciales, potenciando así la sensación de zona residencial, tan en boga en amplios barrios de nuestro país en los años 60 y 70.
Esas torres exentas rodeadas de jardines dieron carácter a un barrio que se desarrolló rápidamente y que se ha convertido en una de las zonas residenciales más importantes de la ciudad. Entre los edificios más icónicos de la zona, destaca un bloque prototípico que esta situado en el paseo de Isabel la Católica nº 12.
Uno de los edificios más relevantes del polígono Romareda es el situado en el número 12 del paseo de Isabel La Católica. La profesora de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza, Isabel Yeste, explica en su estudio «Arquitectura y urbanismo en Zaragoza. Transformaciones en la distribución espacial de la arquitectura residencial plurifamiliar (1950-2000)» que uno de los edificios » que este edificio fue obra de los arquitectos José Romero y Saturnino Cisneros, y en el proyecto definitivo de 1972 se plasma que el edificio «constaba de 48 viviendas, más la del portero; con cuatro viviendas por planta en 12 alturas».
Este esquema de torres de gran altura y zonas ajardinadas es el que predomina en este barrio residencial de la capital aragonesa, en el que conviven algunos de los equipamientos de referencia de la ciudad, y construcciones que marcaron una época, como la parroquia de Santa Mónica, construida a principios de los años 70 con ese diseño que recuerda a una nave espacial.
Esas construcciones exentas se inscribían dentro de las tendencias de la época de diseñar zonas residenciales llenas de zonas verdes, rompiendo con el esquema de ciudad compacta que imperaba hasta ese momento y que permitió el desarrollo de Zaragoza hacia la zona sur del término municipal.