El Consejo de Administración de la Sociedad La Nueva Romareda SL, ha aprobado hoy la licitación de la primera fase del proyecto de demolición para la construcción del nuevo campo. El consejo ha dado luz verde a los tres proyectos de derribo con los que se empezará la obra: la antigua Gerencia de Urbanismo, del edificio “El Cubo” y del graderío sur del actual estadio.

Estas obras, que costarán 4,1 millones de euros (sin IVA) y comenzarán a partir del 7 de julio, serán el pistoletazo de salida para que Zaragoza tenga un estadio de primera categoría con el que conseguir ser sede del Mundial 2030. El presupuesto entra dentro de los 140 millones que se estima que costará el nuevo estadio en su totalidad. Este es el punto de partida para que la nueva Romareda sea una realidad.

DURACIÓN DE 24 SEMANAS

Además de la propia demolición, los trabajos, que tendrán una duración inicial de 24 semanas, conllevarán la adecuación y desvío de los servicios afectados, el desamiantado, las excavaciones del sótano en el Gol Sur y la cimentación y muros de contención del sótano en el Gol Sur. 

Natalia Chueca, presidenta de la Sociedad La Nueva Romareda, ha asegurado que “se trata de un momento histórico” y que “el futuro estadio echa a andar de forma definitiva, cumpliendo con los hitos comprometidos”. Chueca ha recordado que “nunca un proyecto de campo de fútbol había tenido tanto consenso político, institucional y social” y ha destacado que “ésta ha sido la principal fortaleza y la principal garantía de éxito del proyecto”. 

Este encuentro ha sido el segundo desde que se constituyó la sociedad formada por el Ayuntamiento, el Gobierno de Aragón y el Real Zaragoza.

El coste del derribo será sufragado con las aportaciones en metálico que hicieron los socios en 2023. Entonces, el Ejecutivo de Jorge Azcón puso 20 millones de euros, el club otros seis y el ayuntamiento, poseedor del 33,34% de las participaciones, aportó el derecho de superficie del suelo, valorado en 24,5 millones.