Las primeras obras para preservar al CEIP María Zambrano de una nueva riada están a punto de terminar. Los padres de los alumnos demandaban nuevas medidas que garantizaran la seguridad de los pequeños y por eso los trabajos han incluido la construcción de un muro perimetral de 1,20 metros de altura, que protegerá todo el entorno del centro, así como el cambio de carpintería, solados, vallado exterior, celosías, limpieza y actuaciones en los patios y renovación del equipamiento dañado en el aulario de infantil.

Esto es solo un primer paso, ya que faltará la ampliación del muro en el área de Parque Venecia y también la creación de un canal de 240 metros de longitud.

El Ayuntamiento de Zaragoza ya está terminando las primeras obras que son medidas complementarias al muro perimetral que preserva al CEIP María Zambrano de los efectos de tormentas extraordinarias. Así lo ha detallado el consejero de Urbanismo e Infraestructuras, Víctor Serrano, quien ha visitado esta mañana los trabajos en el entorno del barranco de la Muerte.

“Cumplimos con nuestro compromiso como Gobierno, atendiendo a la sensibilidad que requiere la situación y ejecutando las actuaciones que están en nuestra mano como administración”, ha resumido Serrano. 

Los informes de expertos que encargó el Ayuntamiento de Zaragoza relativos a las medidas de protección del CEIP María Zambrano concluían que el muro perimetral (que ya construyó la DGA) es suficiente frente a episodios tormentosos similares a los registrados el pasado 6 de julio, por lo que la seguridad del centro, de esta manera, alcanzaba un nivel óptimo.

No obstante, Urbanismo e Infraestructuras se comprometió a ejecutar otras medidas, que sugerían los informes, para reforzar la zona ante otros episodios similares o más intensos. Se trata de la instalación de sensores en el cauce del barranco; el cambio de bocas de colectores; y la creación de un canal perimetral junto al muro del centro escolar. 

Ya se han instalado dos sensores de medición de caudales, uno junto a la infraestructura del AVE, donde el barranco comienza a introducirse en la ciudad consolidada, y otro en la conexión del entorno entre el centro comercial y el barrio de Parque Venecia”, ha especificado Serrano.

“Así se pueden monitorizar los dos ramales que terminan confluyendo ante de la Z-30”, ha explicado el consejero de Infraestructuras, quien ha avanzado que “en estos momentos, los servicios municipales están testeando y probando las señales de los emisores y su funcionamiento para poder conectarlos a los sistemas de alertas de los cuerpos de Bomberos y de Policía de Zaragoza, para que tengan toda la información en tiempo real que permita tomar medidas preventivas en caso de que fueran necesarias”. 

Por otra parte, ya se ha finalizado el “cambio de la boquilla del colector situado al final de barranco, en la parte trasera del centro educativo, que pasará así de tener un diámetro de 120 mm a una medida de 180 mm, lo que aportará una mayor capacidad de desagüe”, ha informado Serrano. Esta canalización permite trasladar el agua pluvial aportada hasta el escorredero de San Antonio, evitando así su paso por superficie en la zona del barrio de Parque Venecia y la Z-30. 

Por último, el consejero de Urbanismo e Infraestructuras ha anunciado que los técnicos municipales ya están ultimando el proyecto para realizar el canal perimetral, que discurrirá junto al muro de protección, y que aumentará la seguridad del entorno. Para este proyecto ya se han recibido las valoraciones de la Confederación Hidrográfica del Ebro, de la que se requerirá la autorización previa para su ejecución, y se están incluyendo sus aportaciones técnicas.