El consejero de Urbanismo e Infraestructuras del Ayuntamiento de Zaragoza, Víctor Serrano, concede su primera entrevista a HOY ARAGÓN tras el jarro de agua fría por el cambio de planes con la nueva Romareda. La decisión del Real Zaragoza de no construir y financiar el nuevo estadio de fútbol a cambio de su gestión y explotación, debido a la inseguridad jurídica tras un recurso de Podemos. Además, analiza la situación del CEIP María Zambrano y los retos urbanísticos para esta legislatura.

El Colegio de Geólogos y el Colegio de Geógrafos coinciden en que las medidas de prevención para el CEIP María Zambrano no son suficientes en caso de producirse una nueva riada. El Ayuntamiento ha dicho que está elaborando un informe para ver qué más se puede hacer. ¿Cree que es suficiente?

Ese informe nos dice que las infraestructuras son suficientes, tanto las que ha ejecutado el Gobierno de Aragón con respecto al muro del colegio junto con las infraestructuras que además va a ejecutar el Ayuntamiento de Zaragoza. Pero no lo dice el Ayuntamiento de Zaragoza, lo dicen los informes que hemos encargado. En primer lugar, a los técnicos que son competentes en la materia. Que son los ingenieros de caminos. La competencia otorgada por ley en materia de ordenación del territorio y de infraestructuras hidráulicas corresponde a los ingenieros de caminos, no corresponde a los geólogos ni a los geógrafos.

En segundo lugar, esos informes de los geólogos y geógrafos, que merecen el máximo de los respetos tanto sus informes como evidentemente los colegios profesionales, son informes que se elaboraron antes de conocer la solución del Ayuntamiento de Zaragoza, que no se limita única y exclusivamente a las obras en el colegio, si no que son unas obras que se hacen aguas arriba en el barranco.

Unas obras que son de laminación para cambiar tuberías de 1,20 por tuberías de 1,90. Además es ahondar en la anchura de un canal ya existente que fue absolutamente insuficiente y nuestros técnicos junto con los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Ebro dicen que esas infraestructuras para proteger el colegio serían suficientes. E incluso aunque tuviésemos una tormenta con el doble de volumen de metros cúbicos de agua y en velocidades de la que tuvimos el 6 de julio.

¿Usted entiende que los padres del colegio tengan miedo? ¿Es comprensible?

Por supuesto creo que es comprensible. Yo tengo hijos. Entiendo la preocupación de los padres. Una preocupación a la que la alcaldesa y todo su equipo hemos sido absolutamente sensibles desde el inicio. El mismo día que acaecieron los hechos, el 6 de julio por la noche la alcaldesa y yo estábamos en el colegio María Zambrano y visitando el resto de afecciones que nos causó la catástrofe y a los tres días nos estábamos reuniendo con las asociaciones de vecinos y con el AMPA.

Hemos trabajado desde el minuto uno y vamos a acometer de manera inmediata por emergencia todas estas obras que garanticen un nivel de seguridad adecuado para que los padres del colegio María Zambrano puedan estar tranquilos.

Uno de los grandes retos que tiene por delante su consejería es desatascar la cicatriz urbana del Portillo. ¿En qué situación está ahora? ¿Qué plazos se marca?

Tengo una valoración positiva del trabajo de ADIF y de Renfe en esta cuestión. Hemos avanzado, pero no al ritmo que a mi me hubiera gustado. Se ha planteado ya el proyecto de reparcelación y se que se está trabajando. Por parte de Zaragoza Alta Velocidad se ha licitado lo que tiene que ver con el proyecto de urbanización. Desde el ayuntamiento queremos que ese proyecto de urbanización se cumpla en su primera fase, ejecutando la zona verde del Portillo, que va en esta cicatriz urbana.

Es verdad que me gustaría que los ritmos hubieran sido otros. Pero también es verdad que hablamos de una cicatriz que llevaba 20 años en el centro de la ciudad y que en un par de años podemos estar hablando de que los vecinos de Delicias, que son los que tienen menos zona verde por metro cuadrado en toda la ciudad, tendrán una zona verde que les va a permitir dejar de englosar el número uno de ese ranking.

Otro de los grandes retos es la urbanización de los terrenos de Aceralia. ¿Está previsto comenzar a urbanizar pronto?

Probablemente en la Comisión de Urbanismo del próximo mes de noviembre llevaremos a aprobación el expediente e iniciar nuevamente la modificación de los suelos de Aceralia. Hay un acuerdo ya entre los propietarios del suelo. Había que resolver unas cuestiones a través de un convenio con algunos de los que ahora están ejerciendo la actividad, fundamentalmente con Prames, y todo eso se ha ido resolviendo. Antes de que acabe el año habremos avanzado en Aceralia.

El ‘proyectazo’ de la legislatura es la Nueva Romareda. ¿Se da por hecho que el Ayuntamiento tendrá que poner dinero público para su construcción? La situación económica del ayuntamiento no sigue siendo del todo buena. ¿Hasta qué punto está dispuesto a financiar el Ayuntamiento? ¿Se atreve a dar una cifra?

Las cifras se establecerán a su debido tiempo. Antes hay que solucionar, o hay que resolver, una serie de incógnitas o de dudas. El nuevo escenario que nos ha planteado la Romareda tiene 3 patas: la política, la jurídica y la económica. Y ese es el orden. 

Nosotros primero tenemos que saber qué apoyos institucionales vamos a tener, aparte del apoyo que ya ha manifestado el Presidente de Aragón. Una vez que sepamos si el Partido Socialista, a través de la institución en la que gobierna, la Diputación Provincial de Zaragoza, va a participar o no, eso determinará tanto la fórmula jurídica como la participación económica en la que tenga que incurrir el Ayuntamiento de Zaragoza.

Yo sí que le avanzo que, aunque es verdad que nuestro plan inicial era que el inversor privado hiciera el total de la inversión, y que por lo tanto, no tuviésemos que recurrir a fondos propios del Ayuntamiento de Zaragoza, la participación del Ayuntamiento de Zaragoza no va a hipotecar a la ciudad.

Va a ser una inversión necesaria. Zaragoza se merece estar en el Mundial y se merece un campo de fútbol. Esto no nace del capricho del despacho de ningún político. La Romareda es una necesidad para nuestra ciudad.

Ese esfuerzo que sí que van a tener que hacer las administraciones públicas tanto el Ayuntamiento de Zaragoza como el Gobierno de Aragón, como ya veremos si la Diputación Provincial de Zaragoza, es un esfuerzo que en ningún caso va a tensionar las arcas municipales. Arbitraremos los mecanismos jurídicos y económicos y financieros suficientes para que en ningún caso, por poner un ejemplo, las obras de la Romareda supongan tener que subir impuestos a los zaragozanos.

Se da por hecho que la Romareda se hará sí o sí en la ubicación actual. ¿O cabe la posibilidad que se explore otro sitio?

Es imposible porque no hay suelos urbanísticamente aptos en la ciudad. Se habla recurrentemente de los suelos de San José donde hace años hubo pensado un proyecto. Esos suelos hoy en día, y a raíz de una sentencia del Tribunal Supremo, son suelos que no tienen ni proyecto de reparcelación ni Junta de Compensación porque esa sentencia lo tumbó. Solamente la ordenación urbanística de esos suelos nos llevaría a un plazo que haría que Zaragoza se quedase fuera de sus posibilidades de ser sede del Mundial.

Nosotros tenemos estos 8 meses para que cuando el proyecto que ha encargado el Real Zaragoza esté definitivamente terminado, y por lo tanto se pueda presentar en el Ayuntamiento de Zaragoza para obtener una licencia, tengamos ya el instrumento jurídico, la sociedad que nos permita poder acometer esa inversión y, por tanto, también un plan económico financiero.

El plan que tienen que diseñar ahora según ha dicho usted, tiene un plazo de 8 meses, para llegar a junio – julio de 2024 con un proyecto de ejecución de obra. ¿Les va a dar tiempo a buscar esa fórmula jurídica y financiera?

Confío en que sí, desde luego la alcaldesa está trabajando desde el minuto uno y yo intentando ayudar a la alcaldesa en ese objetivo de cumplir con el plazo. Es verdad que es un plazo que nos compromete. No es un plazo que nos vaya a permitir distracciones, no es un plazo que nos vaya a permitir que los que tenemos que tomar decisiones no tomemos las decisiones en lo que queda de este mes y en el mes de octubre. Antes de que acabe el mes de octubre, todos y cada uno nos habremos tenido que posicionar. Todos y cada uno habremos tenido que descargar nuestras cartas y decirle a la ciudad, a la opinión pública qué es lo que vamos a hacer.

¿Qué sucedería si el TSJA decide que la fórmula que utilizaron en un principio, y que recurrió Podemos, es una buena fórmula y tiene validez jurídica?

Me va a permitir, además dada mi condición de abogado, que no haga hipótesis sobre sentencias judiciales porque tengo experiencia suficiente como para saber que las hipótesis sobre sentencias judiciales fracasan, porque cuando uno acierta, a veces le dan la razón por algo que no sospechaba que se la iban a dar y suele ocurrir lo mismo cuando se la quitan.

Vamos a esperar. De momento tenemos un auto de medidas cautelares que le da la razón al Ayuntamiento de Zaragoza. En cualquier caso desde un punto de vista práctico, desgraciadamente, es cierto que esa resolución de un tribunal, que no es un tribunal judicial porque no son jueces sino funcionarios del Gobierno de Aragón, es lo que ha torpedeado la operación. Así lo ha dicho el Real Zaragoza. Lo que ha torpedeado la posibilidad de acceso a la financiación fue ese recurso de Podemos ante TACPA. Y la resolución del TACPA es la que hizo imposible acudir a los mercados financieros internacionales.

La ciudad no deja de crecer urbanísticamente, ¿hacia dónde se tiene que expandir la ciudad?

Nosotros hemos sido muy respetuosos con esa decisión que tomaron Gobiernos anteriores de crecer hacia el sur. Arcosur ha tenido muchas dificultades, pero durante los 4 años pasados pusimos un poquito de orden porque había mucha dispersión de los bloques residenciales. Fijamos mediante separatas que llevase un ritmo ordenado dentro de lo que es el propio Arcosur. Todo lo que hemos hecho en cuanto a desarrollos urbanísticos, sobre todo los que han tenido que ver con el uso residencial, ha sido desarrollos urbanísticos muy calmados, muy prudentes y que en ningún caso pudieran afectar a seguir avanzando en Arcosur.

Por eso, en estos 4 años lo que tiene sentido y lo que estamos trabajando es el desarrollo de los suelos que van desde el Príncipe Felipe hasta aproximadamente el barrio de La Paz. Todos los suelos que están dentro del Tercer Cinturón. Es decir, dentro de lo que es la ciudad consolidada. No estamos expandiendo la ciudad al exterior, y por lo tanto eso nos va a permitir que como Ayuntamiento la prestación de servicios sea menos costosa desde todos los puntos de vista. Ese es el desarrollo lógico, tranquilo y templado en la ciudad en cuanto a residencial.

Luego lo que sí que vamos a ver en estos próximos 4 años, en colaboración con alguno de estos proyectos con el Gobierno de Aragón, es el desarrollo de suelos industriales. La capacidad de los suelos industriales de la ciudad se ha visto desbordada por grandes proyectos estratégicos. Esos proyectos estratégicos me consta que el Gobierno de Aragón sigue trabajando en ellos. Los desarrollos urbanísticos van acompañados de que la ciudad se tiene que dimensionar y eso hay que hacerlo colaborando, trabajando, hablando y sobre todo, no perdiendo las oportunidades de inversión y de creación de empleo en la ciudad.

De los grandes proyectos que plantea el Gobierno de Natalia Chueca, están casi todos relacionados su área de nuevos equipamientos e infraestructuras: Wizink, Ciudad del Deporte, Romareda… ¿puede haber algún proyecto más en los próximos meses que aún no conozcamos?

Los grandes proyectos de Natalia Chueca van a ser la Romareda, la Ciudad del Deporte y el río Huerva. Pero no me quiero olvidar que tenemos que construir unas piscinas en La Almozara, que tenemos que hacer un centro cívico en Hispanidad, una escuela infantil en Arcosur, un centro deportivo municipal en el sur y que tenemos que seguir desarrollando la prolongación de la Avenida de Navarra y vamos a seguir arreglando la Avenida Cataluña. Y por supuesto vamos a seguir adelante con el plan de calles.