No está pasando por un buen momento el Real Zaragoza, que perdía esta última jornada frente al Elche por 2-0 en uno de los encuentros más pobres de la temporada. El choque de este próximo sábado frente a la SD Huesca es sumamente importante para el futuro del conjunto maño en esta temporada y también para Fran Escribá. 

El entrenador todavía tiene la confianza de Raúl Sanllehí y de Juan Carlos Cordero, aunque está obligado a ganar en las próximas jornadas para poder seguir al frente del Real Zaragoza. Desde el comienzo, Escribá es parte vital en el proyecto de ascenso del conjunto aragonés y los últimos malos resultados no han hecho cambiar de opinión a los máximos dirigentes, aunque los resultados son los que mandan en el fútbol. 

Se veía un cambio en el Real Zaragoza en los últimos partidos, aunque el choque frente al Elche han hecho encender las alarmas y el cambio será obligado si no llega ya la reacción. La intención de Sanllehí y Cordero no pasa por sustituir a Escribá, de hecho, son de los que piensan que el club necesita una continuidad y no ir dando tumbos, pero el objetivo se puede ir alejando cada vez más y las reglas del fútbol dictan que un cambio de rumbo sólo puede producirse por cambiar al técnico, no a una plantilla en plena temporada. 

Con el mercado de invierno a la vuelta de la esquina, la entidad aragonesa busca llegar en buena posición al parón y poder reforzarse para la segunda vuelta, en la que se confía que Escribá sea capaz de sacar el máximo rendimiento a una de las mejores plantillas de los últimos años.

El conjunto maño se enfrenta mañana al Atzeneta en Ontinyent, en el partido de primera ronda de la Copa del Rey, con el objetivo de ganar y comenzar una buena dinámica frente a un equipo de Tercera RFEF.