España enfrenta un persistente desajuste entre la oferta y la demanda de vivienda, generando una escasez de producto que impulsa al alza los precios en los principales mercados del país. La proyección de construcción de viviendas anuales, actualmente entre 80.000 y 100.000 unidades, se encuentra insuficiente para satisfacer la demanda que se estima en alrededor de 200.000 nuevos hogares al año. Este desequilibrio, sumado a otros indicadores económicos, presenta desafíos y oportunidades para el sector inmobiliario español.

La construcción anual de viviendas en España es insuficiente frente a la proyección de nuevos hogares, especialmente en regiones como Cataluña y la Comunidad de Madrid, donde se necesitarían al menos 800.000 nuevas viviendas en los próximos 15 años. El desequilibrio entre la oferta y la demanda se ha acentuado en la última década y podría intensificarse en las próximas dos décadas.

El valor de la vivienda se acerca a un nuevo punto de inflexión, con precios que continúan creciendo, aunque se prevé una ralentización en el crecimiento. El aumento anual estimado para las casas de obra nueva es del 4.1%, alcanzando los 2,925 euros/m² en junio. A pesar de una subida menor en comparación con años anteriores, se espera una evolución heterogénea, siendo Baleares y Madrid las regiones con tasas interanuales superiores al 6%.

A pesar de nueve meses consecutivos de descensos en las compraventas de vivienda, el mercado inmobiliario muestra resiliencia en cuanto a nivel de actividad. Las transacciones de vivienda usada son las más afectadas por el encarecimiento de la financiación, con una disminución del 9.9% interanual en comparación con el 3.6% en vivienda nueva.

El comportamiento del mercado inmobiliario varía por autonomías, destacando un mejor rendimiento en Comunidad Valenciana, Región de Murcia y el norte de España, en comparación con Andalucía, Comunidad de Madrid y Cataluña que concentran la mitad de las transacciones. Las capitales de Madrid, Barcelona, Alicante, Málaga y Valencia representan el 40% de la demanda, destacando la resiliencia en las capitales de Levante e algunas del interior.